La Comisión Permanente del Congreso alista un exhorto a la Secretaría de Salud para que emita la Norma Oficial Mexicana NOM-009-SSA3-2009, Educación en Salud, que permita contar con un marco legal para los miles de pasantes de medicina que realizan su servicio social en regiones rurales del país y que se encuentran indefensos ante el crimen y carecen de apoyo de los gobiernos estatales.
La Gaceta Parlamentaria del Senado publicó el punto de acuerdo presentado por la senadora Verónica Martínez Espinoza, los diputados María de las Nieves García y Leobardo Alcalá, donde se destaca que en los últimos meses se han registrado casos de violencia extrema en contra de los pasantes de escuelas públicas y privadas del país.
Sumado a ello, gobiernos como el de Sonora, han minimizado estos hechos y por el contrario hay denuncias desde hace dos años de pasantes de medicina a los cuales no se les cubrió la totalidad de los apoyos económicos y becas que les habían prometido por realizar su servicio social y prácticas en clínicas de poblaciones alejadas.
En el punto de acuerdo también se exhorta a las autoridades federales y estatales del Sector Salud a establecer de manera conjunta con las universidades públicas y privadas los protocolos, programas y convenios que permitan mejoras sustancialmente la situación de los pasantes de medicina durante su servicio social.
Lo anterior sobre todo en zonas alejadas y de riesgo, en materia de seguridad y estímulos económicos a su importante labor, ya que la tercera parte del Sistema de Atención Primaria del Sector Salud en el país se encuentra a cargo de los médicos pasantes.
“En los últimos años y en especial en días recientes se han difundido en el país la situación por la que atraviesan miles de pasantes de la carrera de medicina de universidades públicas y privadas, con casos lamentables de asesinatos, violaciones, asaltos y todo tipo de actos delictivos cuando realizan sus actividades sobre todo en zonas alejadas o en estados con altos niveles de inseguridad”.
El más reciente de los casos es el de una estudiante de la Universidad del Valle de México (UVM) que realizaba su servicio social en Sonora y que fue asesinada. No es un caso aislado, hace un año ocurrió un hecho similar en Nayarit, destaca la propuesta firmada por los legisladores.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina, del 2006 al 2012 al menos 71 médicos pasantes fueron amenazados, agredidos, secuestrados o asesinados en diversas entidades del país.
Se advierte en el punto de acuerdo que desde diciembre de 2012 pasantes de la carrera de medicina de diversas escuelas como la UNAM, la Universidad de Guadalajara y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), enviaron una carta al Senado de la República donde exponían la difícil situación a las que eran y son sometidos por parte del gobierno de Sonora.
En la misma destacaron que sólo les pagaron la mitad de la beca prometida para realizar el servicio social en municipios aislados, fueron obligados a dar atención médica en las madrugadas, en instalaciones médicas sin la infraestructura para su seguridad propia y sin medios de transporte.
La senadora e integrante de la Comisión de Justicia, Verónica Martínez Espinoza, expuso que al menos un centenar en Sonora han optado por dejar sus clínicas asignadas luego del crimen de la pasante, en días recientes. También han señalado que realizan su labor de forma precaria, sin medicamentos, utensilios básicos, incluso sin refrigeración.
“Han denunciado que durante las madrugadas personas drogadas, ebrias y otros con lesiones graves por estar involucrados con grupos criminales llegan a sus unidades médicas para exigir servicio, incluso bajo amenazas. Las autoridades del Sector Salud de Sonora no han hecho eco a sus demandas y amenazan con no liberarles sus títulos en caso de no concluir el año de servicio social”.
La función que realizan los pasantes es fundamental, sobre todo en la carrera de medicina. De acuerdo con un estudio del investigador Gustavo Nigenda, del Instituto Nacional de Salud Pública, una tercera parte de las unidades de atención primaria del Sistema de Salud en el país es cubierta exclusivamente por pasantes de medicina.
Sin embargo, su labor no es correspondida por los gobiernos estatales, por lo que es urgente modificar la regulación vigente para impedir que un pasante sea ubicado en una unidad de salud sin supervisión de un médico graduado.
El especialista señala: “Se vuelve urgente una reforma del servicio social en medicina que vaya acorde con la modernización institucional y el aumento de la exigencia de la nueva población asegurada en programas como el Seguro Popular”.
El servicio social en medicina inició en México en 1936 y después de 78 años de existencia sus fundamentos y objetivos continúan siendo básicamente los mismos. Con el pasar del tiempo el servicio social se convirtió en una fuente de oferta de trabajo médico para zonas rurales cuyos habitantes eran receptores principales de una política de beneficencia por parte del Estado nacional.
En el punto de acuerdo se añade que desde el 2012 la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina, denunció el aumento de actos delictivos contra pasantes de medicina y urgió a las autoridades del Sector Salud de los tres niveles de gobierno, a las universidades y facultades de medicina a brindar condiciones mínimas de seguridad y emitir una Norma Oficial Mexicana.