El “raquítico” aumento de 4.2 por ciento (dos pesos) al salario mínimo para este año en México es “una desgracia”, ya que el poder adquisitivo de los trabajadores se ve verdaderamente destruido, pulverizado con los aumentos indiscriminados al costo de productos como combustibles y alimentos básicos”, aseguró el senador del PRD, José Luis Máximo García Zalvidea.

“Hemos llegado a niveles heroicos de que el salario mínimo en nuestro país alcanza únicamente para comprar una hamburguesa Big Mac“ y “nada más queda como referencia para establecer las multas que se calculan con determinados días de salario mínimo, como las de tránsito”, afirmó.

El secretario de la Tercera Comisión de la Permanente (Hacienda y Crédito Público, Agricultura y Fomento, Comunicaciones y Obras Públicas) consideró que el aumento que se hace cada año al salario mínimo es insuficiente en comparación con las necesidades de las familias mexicanas, que con esta cantidad tienen que cubrir gastos de alimentación, vestido, vivienda, servicios básicos, educación, transporte, entre otros. 

“Me gustaría que el señor Felipe Calderón o algún empleado de Los Pinos, de Presidencia, tratara de vivir con un salario mínimo. Hay que invitar a Calderón a que se dé una vuelta al supermercado para que vea cómo van aumentando los precios de todo, de fruta, verduras, carne y otros alimentos que ya son inaccesibles para la gente que vive con el salario mínimo”, aseveró.

La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos determinó que a partir del 1 de enero de 2012, el monto es de 62.33 pesos diarios para el área geográfica A; 60.57 pesos para la B, y 59.08 pesos para la C; lo cual es un tema grave que debe ser atendido por el Poder Legislativo, pues cada año el aumento del salario de los trabajadores es “raquítico”.

García Zalvidea comentó que otro tema importante es el aumento indiscriminado al precio de los combustibles, como Gas Licuado de Petróleo (LP) y las gasolinas, ya que éste “provoca una escalada de precios inevitable”, por lo que los legisladores “no podemos ufanarnos de la cantidad que se incrementó al salario mínimo, por el contrario debemos pugnar para que se establezca una cantidad acorde a las necesidades de las familias mexicanas”.