Radiografía de lesa humanidad
El senador Benjamín Robles Montoya propuso modificar el artículo 1 de la Ley de Desarrollo Social, a fin de garantizar la atención y el acceso al desarrollo social de las entidades y municipios con mayor índice de pobreza extrema.
Al fundamentar su propuesta desde la tribuna parlamentaria, el legislador por Oaxaca recordó que en enero del 2013 se puso en marcha la Cruzada Nacional contra el Hambre, cuyo objetivo es llegar a cero hambre a partir de una alimentación y nutrición adecuada de las personas en pobreza multidimensional extrema y carencia de acceso a la alimentación.
No obstante, dijo, la primera etapa del programa Cruzada Nacional contra el Hambre no consideró a municipios que sufren extrema pobreza, “por ejemplo, el programa no incluye a municipios con índices más graves de pobreza. Tales son los casos de San Francisco Tlapancingo, Oaxaca, donde el 56.1 por ciento de la población vive en pobreza extrema”.
Robles Montoya señaló que según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, en los nueve estados que conforman la zona sur-sureste, viven 6 millones 423 mil personas en condiciones de pobreza extrema.
“Sin embargo, el programa solo incluye a 295 municipios de la zona, en ellos, 3 municipios de Campeche, 55 de Chiapas, 46 de Guerrero, 133 de Oaxaca, 14 de Puebla, 2 de Quintana Roo, 7 de Tabasco, 33 de Veracruz y 2 de Yucatán”, aclaró.
Sostuvo que en la implementación de la Cruzada Nacional contra el hambre se omite el hecho de que en la zona sur-sureste existen 326 municipios donde más del 50 y hasta el 100 por ciento de la población viven en pobreza extrema.
Así como 557 municipios donde más del 25 y hasta el 50 por ciento de la población vive en pobreza extrema.
“El crecimiento económico medido por el PIB en ninguna de las economías del Sur ha probado tener capacidad suficiente para mejorar los niveles de vida de la población, particularmente la de los más pobres.
En ese sentido, el legislador planteó la necesidad de convertir al desarrollo social en el eje 13 articulador de todas las políticas públicas que tengan incidencia en estas entidades.
“El desarrollo social debe representar, en los estados del sur, la principal palanca de su desarrollo”, advirtió.
Y para contribuir a superar los rezagos sociales que enfrentan las entidades del sur-sureste señaló que se requiere formular y poner en marcha un nuevo modelo que, en su componente económico, posea dos vertientes:
La primera, pensada para apoyar a las empresas vinculadas a los mercados externos con el propósito de que éstas compitan con eficacia y puedan exportar sus productos.
Y la segunda, debe estructurarse de tal manera que sea capaz de ofrecer apoyos y estímulos a sectores y ramas productivas atrasadas que tengan la posibilidad de dar cabida a proyectos locales, que además de involucrar la participación de la sociedad civil y de las comunidades indígenas, tengan pensada su oferta para abastecer a los mercados locales.
“Un enfoque de esta naturaleza plantea la necesidad de establecer acciones en dos sentidos: asignar los recursos presupuestales a prioridades sociales y ampliar la dotación de recursos financieros para que los estados del Sur puedan implementar una política social de alto impacto y de largo plazo”, explicó Benjamín Robles.
Finalmente, el senador oaxaqueño apuntó que el modelo que necesita el Sur en materia de desarrollo social tiene que estar caracterizado por una alta eficiencia social.
“Para mejorar el nivel de desarrollo social de la población del Sur es indispensable proponer programas innovadores que surjan de la propia base social que los demanda y, para ello, es prioritario que los pobres se transformen en sujetos activos de su desarrollo económico y social”, concluyó.
La iniciativa fue turnada a las comisiones unidas de Desarrollo Social y de Estudios Legislativos, Primera, donde dormirá el sueño de los justos, como ocurre con la mayoría de las propuestas que presentan los legisladores.