Ríos Píter
En los próximos tres años de trabajo legislativo debe darse prioridad a la construcción de una ley del Sistema Nacional Anticorrupción, que sirva como instrumento de transformación, por lo que deben darse garantías de que podrá ejecutarse plenamente, de lo contrario los políticos no recuperarán la confianza de la gente, advirtió el senador Armando Ríos Píter.
“Que sea una ley que se la apropien los mexicanos, que se crea en ella y se ejecute, para que la impunidad no corroa la convivencia entre los mexicanos”, insistió el legislador por el Partido de la Revolución Democrática al abrir el coloquio sobre la película “La Sombra del Caudillo”, que tras 50 años de su producción se presentó por vez primera en un edificio institucional.
Ríos Píter refrendó el compromiso del Senado para trabajar en el “gran cuello de botella” del país, como denominó a la corrupción e impunidad, evidentes en casos como Tlatlaya, Ayotzinapa, la fuga de “El Chapo” Guzmán, así como en temas sociales como el que haya dos millones más de mexicanos en pobreza “por culpa de una política clientelar”.
“Cada mes, desafortunada y terriblemente, encontramos que la corrupción e impunidad son elementos que forman un patrón estructural de cómo estamos funcionando, pero sobre todo de aquello que debemos cambiar, de aquello en que como sociedad demos ponernos en una misma sintonía y decir que esto no puede seguir así”, enfatizó el legislador.
Reconoció que esta situación derivó en que los políticos hayan perdido presencia entre la población: “No hay peor mal para un país en que la política pierde su capacidad de liderazgo y conducción, porque entonces la brújula se pierde y no hay posibilidad de llegar”.
Explicó que su decisión de impulsar la exhibición de “La Sombra del Caudillo”, obedece a reconocer que en la vida cotidiana aún se mantienen resabios de autoritarismo, “pero la película recuerda que México tiene grandes oportunidades para enfrentar la censura, evitar que la desinformación nos mantenga desunidos como ciudanía”, sostuvo.
La primera actriz Diana Bracho refirió que si bien ya no se prohíbe la difusión de ciertos libros o películas, aún se practica la censura en México, al no brindarse los recursos necesarios para la cultura.
Es una censura “más velada y callada pero igualmente nociva. Es muy triste que los artistas y escuelas de cine deban cortar el ingreso de nuevos estudiantes o los ejercicios estudiantiles, porque no se da el apoyo suficiente”, apuntó.
Hizo un llamado a que desde el gobierno y el Poder Legislativo se promueva la inyección de recursos, “a la cultura y la educación, que son las llaves de salvación, sin ellas México no va a progresar, se va a quedar en la oscuridad y la ignorancia”.
En el conversatorio participaron el experto Emilio Cárdenas Elorduy; Alberto Álvarez, subdirector de Rescate de la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México y Juan Carlos Rodríguez, secretario del Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica, quienes se pronunciaron porque se elimine todo tipo de censura en el país.