El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley Federal del Trabajo para prohibir a los patrones hacer firmar a los trabajadores documentos en blanco que impliquen renuncia de derechos o impongan obligaciones.
Las reformas adicionan un párrafo al artículo 33 de dicha norma, para que en caso de que el trabajador sea obligado a la firma de documentos en blanco pueda acudir ante la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo o ante las oficinas de la Inspección del Trabajo local o federal a denunciar el hecho, dentro de un plazo de 30 días a partir de la fecha de contratación.
Asimismo, se adiciona un párrafo al artículo 1006 para señalar que se considerarán documentos falsos aquellos que, a petición del patrón o de sus representantes, hayan sido firmados en blanco por el trabajador.
La procuraduría o la oficina de Inspección conservará en secreto dicha denuncia para el caso de que fuere necesario aportarla como un elemento que podrá ser utilizado como prueba por parte del trabajador.
En caso de quedar acreditado, en el juicio correspondiente, el dicho deI trabajador, el patrón será sancionado con pena de seis meses a cuatro años y multa de 125 a mil 900 veces el salario mínimo, la cual se aplicará sin perjuicio de la responsabilidad penal que pueda derivarse de estos hechos.
El documento señala que actualmente la ley es omisa en cuanto a las renuncias en blanco, debido a que presupone su ilegalidad por tratarse de un acto de simulación.
Añade que esta omisión ha sido sumamente perjudicial para los trabajadores que, careciendo de todo medio probatorio para acreditar la simulación de una renuncia que contiene firmas auténticas, desisten de hacer valer sus derechos fundamentales por vía jurisdiccional, en vista de las dificultades técnicas y legales que ello implica.
Por ello, apunta, es urgente prohibir estas prácticas y establecer garantías para que los trabajadores puedan denunciar abusos de este tipo sin poner en riesgo su contratación, y sancionar a los patrones que incurran en este delito.