Fernando Bejarano, sociólogo, director de la Red de Acción de Plaguicidas en México, señaló que es importante dejar de ver a lo ambiental como algo departamental y separado de lo demás. No ha habido política alguna que tenga como objetivo la reducción del uso de plaguicidas.

Al contrario, enfatizó en la desprotección en la que se encuentran los campesinos que utilizan estas sustancias para los cultivos. “Hay una política de tolerancia del riesgo que termina por exponer a la gente a diversos compuestos sin ninguna evaluación de las consecuencias”.

Y denunció: “Somos conejillos de india de supuestos expertos que ni siquiera nos toman en cuenta para permitir el uso de estas sustancias, todo esto amparado por un régimen regulatorio que tolera el riesgo”.

Insistió en que es urgente impulsar una legislación de cero tolerancia a los riesgos e ir a la prevención en materia de sustancias tóxicas.

Afirmó que es totalmente factible aplicar programas de reducción en el uso de plaguicidas y cumplir los convenios internacionales de eliminación de los que el país ya es parte.

Pidió organizarse para que la gente conozca sus derechos que tiene y las diversas formas que le permiten defenderse frente la contaminación química y sus impactos.

Finalmente advirtió que es urgente una procuración de justicia expedita y oportuna y para lograrla hay que reformar la Profepa.