Ciencia, tecnología e innovación (CTI) son temas que han cobrado gran importancia en la actualidad por tratarse de factores indispensables para el desarrollo social y económico del país, y ayer fueron objeto de un minucioso análisis por parte de miembros de la comunidad científica desde diferentes perspectivas, que incluyeron el ejercicio de la investigación, las agrupaciones científicas y la administración federal, ofreciendo una radiografía del estado que guarda este sector en México. Todo lo anterior en el seminario Ciencia y Tecnología, que se realizó en marco del 70 aniversario de El Colegio Nacional y que tuvo como moderador al astrónomo Luis Felipe Rodríguez.
Decisiones con sustento científico
En su participación, Francisco Bolívar Zapata, titular de la Coordinación de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Oficina de la Presidencia, habló del interés mostrado por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto de apoyar la ciencia y la tecnología. Ese interés se nota, dijo, con los aumentos al presupuesto a la ciencia y la tecnología en 2013 y el propuesto para 2014. “Con los anteriores presidentes no hubo un compromiso importante con la ciencia y la tecnología, decían lo que querían, incluyendo la modificación a la ley para que tengamos el 1% del PIB (Producto Interno Bruto), pero realmente nunca hubo un apoyo relevante como el que estamos viendo”.
Bolívar Zapata examinó la política de CTI a través de los contenidos del Plan Nacional de Desarrollo y el Pacto por México e insistió en el tema del presupuesto: “A lo mejor para el fin de sexenio no llegamos al 1% sino al 0.8% del PIB, que es el doble de lo que teníamos. Si sigue habiendo la sensibilidad del presidente, del secretario de Hacienda y con el compromiso del Conacyt, pienso que puede haber buenas noticias. Por eso estamos entusiasmados y debemos sumar los esfuerzos”.
En ese sentido, también habló de la importancia de tener una estrategia conjunta de difusión de los avances en ciencia y tecnología con los gobernantes, legisladores y jueces: “Tenemos que hacer un esfuerzo muy importante para informar a los diferentes tomadores de decisiones del estado del arte de muchas de las cosas sobre las que tienen que decidir, juzgar y legislar”.
Mayor recaudación para invertir en la ciencia
Con el tema de “La importancia de la investigación en ciencia básica”, el doctor Manuel Peimbert, investigador emérito de la UNAM, dijo citando al Premio Nobel de física Abdus Salam, que la creación, el dominio y el uso de la ciencia moderna son los factores que distinguen a los países subdesarrollados de los desarrollados.
Explicó que todos los problemas centrales de la humanidad tienen que ver directa o indirectamente con el desarrollo de la ciencia básica, y que para desarrollarla se requiere de recursos humanos y económicos, los cuales tendrán que provenir fundamentalmente de la recaudación fiscal. Pero precisó que “no solo tendríamos que pagar más impuestos para que se pueda recaudar más, sino también hay que exigir más transparencia en el manejo del gasto público, combatir la corrupción en todos los niveles y la evasión fiscal”.
Que la inversión en CTI se vea en el crecimiento
De cara al segundo año del gobierno de Enrique Peña Nieto, el Conacyt enfrenta el reto de demostrar con hechos que la inversión en ciencia y tecnología permitirá un mayor crecimiento para el país, señaló en su intervención Julia Tagüena, directora adjunta de Desarrollo Científico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Señaló que las contingencias por los fenómenos naturales que recientemente han afectado a México, no necesariamente tendrían que traducirse en un menor presupuesto: "Ante situaciones como las que vive actualmente el país si uno le pregunta a la gente qué prefiere: mejorar un puente o un proyecto de investigación, la respuesta parecería obvia, entonces debemos convencer a todos de por qué es importante la ciencia para construir el puente y reforzarlo con conocimiento", mencionó.
Para apuntalar la presencia e influencia de los investigadores en la vida nacional, Tagüeña comentó que también se necesita retener a los jóvenes doctores en el país, vincular más la ciencia con los programas nacionales y el sector privado, así como descentralizar los centros de investigación, sin olvidar llegar al uno por ciento del PIB para CTI.
La AMC comprometida con la promoción y difusión de la ciencia
José Franco, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), hizo una descripción pormenorizada de las numerosas tareas que realiza la AMC desde hace 54 años. La organización que inició con poco más de 50 miembros, hoy en día suma 2 mil 428 investigadores muy destacados que trabajan en todas las áreas del conocimiento. Dio a conocer los programas que esta asociación ha creado desde su fundación para promover y difundir la ciencia entre la sociedad, así como los múltiples convenios que ha celebrado con instituciones nacionales e internacionales.
Además del reconocimientos a los científicos jóvenes y a las mujeres investigadoras a través de importantes galardones, y destacó la tarea que realiza la AMC para infundir entre los jóvenes el amor por la ciencia, mediante programas como el de Verano de la Investigación Científica y las olimpiadas en diferentes áreas del conocimiento, en las que México ha logrado, dijo, más triunfos que en las justas deportivas, sin que esto signifique menospreciar a otras actividades.
Entre los logros sobresalientes de la AMC, recordó Franco, están haber participado entre 1968 y 1969, a solicitud del gobierno de la República, en el estudio para la creación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología; así como en 1983-1984 para el establecimiento del Sistema Nacional de Investigadores, dos referentes del actual sistema de CTI en el país.
La Academia Mexicana de Ciencias ha tenido además, explicó Franco, una relación importante con los Poderes Legislativo y Judicial, y una relevante participación en la creación de las leyes de Ciencia y Tecnología y de Bioseguridad.