Mientras que la Coordinadora Nacional Plan de Ayala a través de su dirigente, José Narro Céspedes, anunció una Mega Movilización Social, Sindical, Estudiantil y Campesina el próximo 6 de diciembre para exigir, la renuncia del Jefe del Ejecutivo, el Secretario de Organización de la Alianza Campesina del Noroeste, Raúl Pérez Bedolla, dijo que al cumplir dos años como Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, éste queda a deber a los campesinos pues se ha negado a llevar a cabo la Reforma al Campo ofrecida desde enero pasado.
Narro Céspedes aseguró que no hay resultados positivos ni en la economía, ni en seguridad, prueba de ello es el caso Ayotzinapa.
En conferencia de prensa, detalló que para evitar la violencia por parte de “infiltrados del Estado”, se contará con Comités de Seguridad y Vigilancia en cada uno de los contingentes a fin de tener una movilización pacífica en la que se plasme la urgencia de un cambio en el Sistema Político del Estado con la construcción de un liderazgo colectivo opositor al actual régimen.
José Narro detalló que esta movilización integra un análisis sobre los dos primeros años del Presidente de la República en materia económica donde el PIB no llegará ni al 1.9 %, el precio del petróleo reporta una caída estrepitosa, el dólar va a la alza a más de 14.23 pesos por unidad, y las remesas son las únicas que podrían salvar, temporalmente, las finanzas nacionales pues se ubican en 19 mil 629 millones de dólares, será a nivel nacional.
Indicó que en el caso de la Ciudad de México, donde la crisis política también es un tema de errores en esta Administración Federal por el caso Ayotzinapa, la problemática de los estudiantes del politécnico y el desprestigio de los partidos políticos así como los actos de corrupción e impunidad como lo es la adquisición de la “Casa Blanca”, por parte de la Primera Dama, Angélica Rivera, la movilización tendrá cuatro puntos de encuentro y salida hacia el Zócalo Capitalino, el próximo sábado.
Acompañado de dirigentes campesinos, sindicales y sociales, el dirigente de la CNPA coincidió con el activista social, Benito Mirón Lince en el sentido de que México padece la crisis de corrupción, impunidad y falta de credibilidad, en su historia, ante el extranjero resultado de un sistema en declive por lo que, los diversos contingentes saldrán en marcha a las 4 de la tarde el próximo sábado rumbo a la Plaza de la Constitución.
Estimó que serán miles los participantes a esta movilización en momentos en que México entra ya a un proceso de recesión económica, a una crisis de seguridad, de baja en el turismo y de “un país que va a la deriva” para los próximos años.
Por su parte, por separado -en entrevista-, Pérez Bedolla, dijo que la Reforma para el Campo debió haber sido la primera de las reformas estructurales promovidas por el Jefe del Ejecutivo ya que, por lógica, es la actividad primaria que sostiene a otras actividades de la economía nacional y hoy importamos más del 50% de los alimentos que consumimos.
“A dos años de gobierno de Enrique Peña Nieto, en el medio rural vemos más de lo mismo, no hay un programa que incentive la productividad o estimule y capitalice a las pequeñas parcelas”, señaló el dirigente de ALCANO.
Sobre las perspectivas que hay para el próximo año, Raúl Pérez Bedolla, visualizó difícil la discusión para la gran reforma al campo por lo que si no sale en abril o mayo, se nos irá otro año porque entra la discusión del presupuesto 2016.
Además, especificó que no vemos los primeros encuentros serios con el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para que cite a las siete secretarías para poner las mesas de trabajo de tal forma que asegurar que no habrá reforma para el campo en 2015.
“Entonces -apuntó- no vemos mucho espacio para que se retome el tema pues en la misma Cámara de Diputados muchos van a renunciar o van a pedir licencia además de que en el Poder Ejecutivo Federal se registrarán movimientos, pues algunos querrán ser diputados u otro puesto de elección popular”.
A juicio del dirigente de ALCANO habrá otros contratiempos tan solo las organizaciones campesinas presentan una gran división por cuestiones hasta de interés personales lo que propicia que no haya condiciones de acordar “pues prefieren jugar cada quien su parcela, mientras que el Ejecutivo Federal va a estar atareado tratando de justificar el gasto”, indicó.
Es decir, precisó, la gran división entre las organizaciones campesinas, el pleito que hay entre los líderes por estar en los reflectores y el no armar la propuesta para forzar a la Secretaría de Gobernación a que ponga las mesas de trabajo, da como resultado que el campo siga su dinámica de inercia.
Para Pérez Bedolla, la gran revolución que planteamos en el nuevo acuerdo es que las políticas públicas y los programas de apoyo al campo se dirijan prioritariamente a los pequeños productores.