De lograr que el Congreso federal mexicano reduzca de 500 a 400 diputados y de 128 a 96 senadores, la administración pública ahorraría poco más de 66 millones de pesos cada mes.
De acuerdo con informes obtenidos tanto en la Cámara de diputados como en el Senado de la República, si se disminuye el número de legisladores federales, el ahorro se elevaría a casi mil millones de pesos al año.
Y en su exposición de motivos, los informantes nos dicen que cuestión de reflexionar que cada senador y cada diputado además de su sueldo mensual, recibe dos boletos de avión para viajar al estado de donde proviene, se le pagan seguros de vida, de gastos médicos mayores y se le financia un automóvil del año, entre otras cositas.
Pero si a todo eso se le suma el pago de salarios de los seis trabajadores que tiene a su servicio para el funcionamiento de su oficina, entre asesores, secretarias, chófer y ayudantes, pues el desembolso del erario público se incrementa sustancialmente.
Pero hay más, pues cada legislador recibe otro pago por pertenecer a las diversas comisiones, lo que sumado totalmente se tiene una estimación de 500 mil pesos mensuales lo que cuesta al pueblo de México el funcionamiento de cada oficina de los parlamentarios federales.