Estado mexicano rebasado

*Absorben millones de pesos del erario público

*Hacen el gran negocio con el presupuesto

*Manejadas por auténticos cacicazgos

El titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte en México (Conade), Alfredo Castillo Cervantes, denunció ante senadores y diputados que las federaciones deportivas del país se han convertido en cacicazgos y en un “gran negocio” que absorbe miles de millones de pesos del presupuesto deportivo.

En una reunión de trabajo con las comisiones de Juventud y Deporte del Senado y de Deporte de la Cámara de Diputados, que presiden el senador Carlos Alberto Puente Salas y el diputado federal Pablo Gamboa Miner, respectivamente, Castillo Cervantes explicó a los legisladores que la Conade y el Estado mexicano están completamente rebasados por las federaciones deportivas y el Comité Olímpico Mexicano.

Se han convertido en un “enorme monstruo” que tiene el apoyo de los organismos internacionales del deporte, advirtió.

Señaló que la Conade ha realizado auditorías a diversas federaciones y ha encontrado empresas fantasma, facturas falsas, campamentos inexistentes, torneos donde no participaron y muchos temas de esta índole, por lo que se están documentando las denuncias con la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Procuraduría General de la República (PGR) para que se determine lo conducente, pues “al final son recursos públicos federales”.

En este sentido, informó que hasta el momento se han detectado 23 federaciones con irregularidades, quienes en una especie de “chantaje” se unieron para pedir al Comité Olímpico Internacional (COI) que desconozca a México en las próximas olimpiadas “porque el Estado mexicano se está metiendo”.

Dijo que la denominada Carta Olímpica impide la intervención gubernamental en temas de esta materia, pero “en una especie de chantaje, donde yo me meto y descubro lo que está pasando en todo este tipo de situaciones, inmediatamente van aludir el tema de la Carta” y nos presionan.

Refirió que de 2008 a la fecha, el Estado mexicano ha gastado 36 mil millones de pesos en temas de deportes y las federaciones nacionales e internacionales han hecho “un gran negocio”; por ello, “lo que nosotros hemos determinado mientras se cambia la ley es cerrar la llave y no seguir permitiendo ese despilfarro de miles y miles de millones de pesos”.

Aunado a ello, Castillo Cervantes calificó a este tipo de organizaciones deportivas como “cacicazgos” y ejemplificó que en el caso de la Federación Mexicana de Box, su presidente lleva 26 años de manera ininterrumpida dirigiéndola. En tanto, el titular de la Federación Mexicana de Béisbol lleva 31 años consecutivos ejerciendo la presidencia.

En este último caso, comentó, la Conade inició el proceso de desconocimiento e interpuso denuncias por el desvío de recursos públicos federales; no obstante, nunca será desconocido porque es el vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol y si este organismo lo avala “entonces no se puede hacer nada”.

Ante este panorama, anunció que se trabaja junto con el área jurídica de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para presentar una propuesta de iniciativa que permita modificar la ley actual para poder controlar a las federaciones, pues de mantenerse en los mismos términos “vamos a seguir en la misma línea”.

Destacó que se está ante la coyuntura para definir el futuro del deporte mexicano; o se masifica en favor de toda la sociedad o “seguimos haciendo el caldo de cultivo al Comité Olímpico Internacional y a las federaciones internacionales para seguirles regalando el dinero y nos sigan cobrando eventos”, mediante contratos leoninos.

Por otro lado, dijo que si nos dejamos ir de una u otra forma por el tema de la prensa o de las redes sociales, pues “yo también entendería que existiera una gran duda si un día sale en un periódico que una nadadora no puede usar un traje para competir; si posteriormente sale un atleta a decir que tuvo que pagar sus viáticos para asistir a una copa; si viéramos a un boxeador en un microbús pidiendo limosna para asistir a un mundial, o ahora si tuvimos el caso lamentable de la pequeña que falleció en el centro de alto rendimiento”.