Senadores y productores integrantes de la Coordinadora Nacional de Regiones Vitivinícolas, coincidieron en la necesidad de crear una legislación que impulse el desarrollo y consolidación del sector vitivinicultor de México.

Durante la reunión, la senadora Marcela Torres Peimbert dijo que es necesario llevar a cabo un trabajo conjunto entre el sector vitivinícola y los legisladores, a efecto de impulsar proyectos que se traduzcan en una legislación que consolide a esta industria.

México debe tener una amplía producción, bien retribuida y que contribuya a su exportación, “para que nuestro país pueda tener un nombre importante a nivel mundial, por ello me comprometo a encabezar sus peticiones, siempre que trabajemos de forma unida y coordinada”, expresó.

Por su parte, el senador Ernesto Ruffo Appel consideró que este tema debe ser de interés nacional, por lo que es fundamental que todas las regiones vitivinícolas del país se unan en una sola voz para que, de manera conjunta con el Senado, se impulse una legislación para este sector.

“Debemos integrar un documento y compartirlo con los legisladores interesados, a fin de construir entre todos los grupos parlamentarios una propuesta, que les mandaríamos para su revisión”, expuso.

A su vez, el senador Víctor Hermosillo y Celada precisó que la iniciativa debe impulsar el crecimiento de la producción de vino en México, así como el desarrollo del mercado en cada región.

Hugo D’Acosta, presidente de la asociación de viticultores de Baja California y representante de la Coordinadora Nacional de Regiones Vitivinícolas, dijo que el vino mexicano comienza a ser un actor protagónico y se estima que en este año se consumirán cinco millones de cajas, de la cuales el 65 por ciento es importado, por ello dijo que es fundamental crear las herramientas necesarias para impulsar la consolidación de este sector.

Propuso que se haga una “categoría única” de los vinos de mesa, para que no se encuentren mezclados entre las bebidas alcohólicas.

Asimismo, planteó crear una tasa impositiva fija, con un valor único de ocho pesos por litro, y con la simplificación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, con lo cual se lograría que los pequeños productores fueran más competitivos.

También estableció la necesidad de crear un Sistema Nacional de Regiones, a través de un esquema denominado delimitaciones geográficas, que permitiría darle origen a los productos y prioridad a la elaboración y propuesta que hay en las entidades federativas.

Con ello, se busca una integración del vino nacional, donde por cada delimitación geográfica se establezca un 80 por ciento como mínimo de distribución del producto mexicano, más no la integración del costo. “Lo que nos permitiría a que todas las regiones vitivinícolas le apuesten a crecer su vitivinicultura”, expresó.

Por último, dijo que sería fundamental un programa de promoción y presencia en el gobierno, así como en el Servicio Exterior Mexicano, donde las embajadas realmente tengan una política de consumo y promoción de vino mexicano dentro de su cotidianidad.