La minería a cielo abierto es una actividad vorazmente destructora que provoca daños permanentes e irreversibles, pues consiste en la voladura de montañas con grandes cantidades de explosivos.

El material triturado es bañado con agua y cianuro utilizando diariamente unos 30 millones de litros del vital líquido mezclados con más de15 toneladas de cianuro  –lo que utiliza la minera en una hora lo ocuparía una familia en diez años– por lo que seca mantos freáticos o los contamina con metales pesados ocasionando enfermedades crónico degenerativas.

Además, este proceso de extracción deja desechos de material estéril  los cuales se esparcen hectáreas a la redonda, acidificando la tierra y dejándola improductiva de forma permanente.

Con la entrada en vigor de los tratados de libre comercio en toda América Latina en la década de los 90, leyes mineras más que permisivas, vigentes hasta nuestros días, les abrieron las puertas a empresas transnacionales (sobre todo canadienses) facilitando la explotación de la naturaleza y la mano de obra barata; negocios para unos cuantos, destrucción y muerte para los pueblos.

Este tipo de proyectos mineros dependen de una red internacional de corrupción, en la que compran voluntades políticas, jueces, etc.; cualquier procedimiento jurídico se ve rebasado por la imposición como sucedió en Cerro de San Pedro, donde después de haber ganado en tribunales la anulación definitiva de los permisos a la empresa New Gold, Minera San Xavier, obtuvieron un permiso ilegal y se encuentran trabajando en completo desacato a la sentencia cuatro  veces ratificada.

Los pueblos nos encontramos totalmente indefensos ante estas mafias internacionales, porque a pesar de los múltiples daños que provocan, también desatan conflictos internos entre los pobladores, aprovechándose de la necesidad de trabajo y el desconocimiento de las agraves afectaciones.

Actualmente en México hay alrededor de 22 mil concesiones de exploración y más de 850 proyectos mineros de tajo a cielo abierto, lo que equivale al 20 % del territorio nacional, extendiéndose esta nueva fiebre del oro a todos los países del sur tanto América Latina, África y Asia.

Por lo anterior convocamos a participar  en la defensa de la tierra y el agua  llevando a cabo acciones que manifiesten la oposición a este tipo de minería.

En la ciudad de México llevaremos a cabo un plantón en el Ángel de la

Independencia el viernes 22 de julio a las 17:00 horas

¡Mientras nosotros apostamos por la vida, ellos apuestan por la muerte!*

Comité de defensa de nuestro territorio.

MANIFESTACIÓN: 22 DE JULIO DIA MUNDIAL CONTRA LA MINERÍA A CIELO ABIERTO