Y los diputados no lo asimilan

El director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico A.C., José Luis de la Cruz, participó en un evento sobre el tema organizado en la Cámara de Diputados y destapó lo que llamó “cosas curiosas” que contiene el actual proyecto de Presupuesto de Egresos.

Como ejemplo cuestionó ¿por qué se plantea un programa de austeridad si proyecta que logrará más de 50 mil millones de pesos adicionales?

Además, dijo, reduce en más de 160 mil millones de pesos la inversión, lo cual “es un error que se ha cometido en tres décadas anteriores”.

Es más fácil castigar el gasto en inversión en la austeridad, que reducir el gasto corriente porque hablamos de personas, sueldos y salarios, sostuvo.

Por su parte, el economista y director de la Consultoría ITG, Jorge Chávez Presa, pidió a la Cámara de Diputados devolver al ramo 23 del Presupuesto de Egresos de la Federación 2016 su espíritu de servir como un amortiguador macroeconómico y para dar estabilidad a los ejecutores.

Este ramo, explicó, fue creado originalmente para atender riesgo económico que implicaba el precio del petróleo, el costo de los granos y los desastres naturales.

Consideró que deben depurarse los programas presupuestarios, dado que la Ley de Planeación es “absolutamente obsoleta”, y recomendó terminar con “la obscena política de comunicación social” de los tres órganos de gobierno.

Aseguró que las comisiones ordinarias de la Cámara de Diputados están distraídas de los trabajos del presupuesto, por lo que deben estar más atentas a la “concentración de estructuras programáticas”.

A su vez, la coordinadora del Programa de Gasto y Rendición de cuentas de México Evalúa, Mariana Campos, explicó que el fracaso de gastar más, sin que haya impactos importantes, está en los arreglos interinstitucionales inadecuados, ya que no generan los incentivos idóneos para la asignación y vigilancia del gasto.

“La política de austeridad, para que pueda cumplirse, requiere que haya una buena gobernanza del presupuesto público. Se financian decenas de obras, como hospitales, que quedan abandonadas por todo el país”.

Precisó que tan sólo en Internet se puede evidenciar el abandono de 16 hospitales, lo que implicó tirar a la basura alrededor de 5 mil millones de pesos.