La Cámara de Diputados aprobó sin ningún voto en contra el dictamen que crea la Secretaría de Cultura, encargada de elaborar y conducir la política nacional en la materia; conservar, proteger y mantener los monumentos arqueológicos, históricos y artísticos del patrimonio cultural de la Nación, así como conducir la elaboración del Programa Nacional de Cultura.
Con 426 votos a favor, cero en contra y una abstención, se avaló en lo general, el dictamen a la iniciativa que el Ejecutivo federal remitió a esta Cámara, el pasado 8 de septiembre, y que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, así como diversos artículos de diecinueve leyes: siete generales y doce federales.
El documento enviado al Senado de la República para sus efectos constitucionales, precisa que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes se transformará en la Secretaría de Cultura, por lo que todos sus bienes y recursos materiales, financieros y humanos se transferirán a la secretaría, junto con los expedientes, archivos, acervos y demás documentación, en cualquier formato, que se encuentre bajo su resguardo.
Los derechos laborales de los trabajadores que presten sus servicios en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en la Secretaría de Educación Pública, en los órganos administrativos desconcentrados y en las entidades paraestatales que, con motivo de la entrada en vigor del decreto, queden adscritos o coordinados a la Secretaría de Cultura, respectivamente, serán respetados en todo momento.
La creación de la Secretaría de Cultura no tendrá un impacto presupuestario, toda vez que los recursos económicos y capital humano con que cuenta el subsector son suficientes para llevar a cabo su transformación.
Entre sus objetivos, están proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales; fomentar la interculturalidad a efecto de desarrollar la interacción cultural, con el fin de construir puentes entre los pueblos; reiterar los derechos soberanos de los estados a conservar, adoptar y aplicar políticas y medidas que estimen necesarias para proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales en sus respectivos territorios.
La secretaría también deberá promover la producción cinematográfica, de radio y televisión y en la industria editorial, temas de interés cultural y artístico y de aquéllas tendentes al mejoramiento cultural y la propiedad del idioma nacional, así como diseñar, promover y proponer directrices culturales y artísticas en dichas producciones.
Dirigirá y coordinará la administración de las estaciones radiodifusoras y televisoras pertenecientes al Ejecutivo Federal, que transmitan programación con contenido preponderantemente cultural, con exclusión de las que dependan de otras dependencias; estimulará el desarrollo y mejoramiento del teatro en el país; otorgará becas para que los estudiantes de nacionalidad mexicana puedan realizar investigaciones o completar ciclos de estudios relacionados con las artes en el extranjero.
Promover el uso de las tecnologías de la información y comunicación para la difusión y desarrollo de la cultura, así como impulsar programas de educación artística a la Secretaría de Educación Pública, que se imparta en las escuelas e institutos oficiales, incorporados o reconocidos para la enseñanza y difusión de las bellas artes y de las artes populares.
Al fundamentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía, diputado Santiago Taboada Cortina, expresó: hoy es un día especial para la cultura del país, debido a que esta Cámara da el primer paso para hacer más práctico el derecho a la cultura.
En la actualidad, dijo, el acceso a la cultura forma parte de un derecho constitucional, pero requiere una legislación reglamentaria y de instituciones fuertes y robustas que acompañen de mejor manera el cambio de paradigma en los diversos sectores estratégicos del país. “Queremos que la cultura siga siendo el ejercicio de la creatividad social y esa capacidad colectiva de dar sentido a la vida, y de producir proyectos de sociedad”.
Luego de 27 años de vida institucional, el órgano rector de la política cultural del país adquiere el estatus de secretaría, con el propósito de fortalecer la relación entre el área encargada de promover la cultura, como sería esta secretaría, con las demás entidades del Estado para impulsar la transversalidad de las acciones y programas que a través de sus atribuciones complementan el objetivo progresivo de garantizar el acceso a los bienes y servicios culturales.
El pasado 8 de septiembre, la Presidencia de la República presentó ante esta Cámara de Diputados la iniciativa para crear esta secretaría; por ello, la Comisión de Cultura y Cinematografía decidió instalarse en conferencia con el Senado de la República y establecer mesas de trabajo para poder escuchar a trabajadores, dependencias, creadores e intelectuales.
Se busca dotar de fuerza y reconocer el trabajo que hasta ahora han llevado a cabo el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Instituto Nacional de Bellas Artes y los organismos administrativos desconcentrados como Radio Educación y el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana. “Fuimos muy precisos en mantener su naturaleza jurídica al ser adscritos a la Secretaría de Cultura”, puntualizó.
Taboada Cortina destacó como un aspecto fundamental del dictamen, el respeto a las prestaciones y condiciones de trabajo de quienes se entregan a consolidar la cultura en México. Por ello, fue especial encomienda dar certeza a los trabajadores para que sus derechos no fueran vulnerados, eliminando de manera total el artículo 5 transitorio que hablaba sobre el diagnóstico de los 120 días después de la publicación de este dictamen.
Los retos que tiene el país en materia de cultura son muchos, como la insuficiencia de políticas públicas, de fomento a las artes, además de un bajo nivel de consumo y un alto nivel de centralismo en la oferta cultural.
Fue imperante, agregó, la necesidad de establecer textualmente en la ley que da vida a la nueva Secretaría de Cultura, como una obligación, impulsar la formación de nuevos públicos, en un marco de participación corresponsable en los sectores público, social y privado, “porque una mayor oferta cultural no implica necesariamente una mayor demanda”.
A la nueva secretaría se le otorgó la facultad en materia de derechos de autor y conexos, de conformidad con la Ley Federal de Derechos de Autor. También, sumar esfuerzos para impulsar el uso de tecnologías digitales de la información y la comunicación para difundir, desarrollar y dar mayor accesibilidad a la cultura, a los bienes y servicios culturales en manos del Estado.
Para ello, todas las televisoras y radiodifusoras, con contenido eminentemente cultural, posteriormente de los acuerdos administrativos que se tomen, pasarán a formar parte su administración y sus contenidos a la Secretaría de Cultura.
El diputado Santiago Taboada subrayó que a pesar del nulo impacto presupuestal en la creación de esta secretaría, se hizo necesario plasmar en el dictamen que el Ejecutivo federal pueda transferir mayores recursos a la nueva dependencia, “pero no para crear más burocracia, sino incrementar el número de apoyos a través de programas y proyectos dirigidos al mantenimiento de la infraestructura cultural de las entidades y los municipios, al estímulo y a la producción de creadores y a la difusión y apoyo al arte popular e indígena”.
Se acordó plasmar en el dictamen, discutir y aprobar la Ley General que defina el rumbo que debe de seguir la cultura y la política pública durante el siguiente año. “Este primer paso representa la transformación del sector cultural del siglo XXI; a través de esta reforma la cultura está llamada a ser elemento cohesionador y generador de desarrollo humano”.