Involucrados familiares de Peña
La construcción del nuevo aeropuerto que tiene proyectado el presidente Enrique Peña Nieto y que tanto festeja como suyo el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, comienza a inyectar dudas en el Congreso y por ello anuncian que exigirán la comparecencia del secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, para que exponga la realidad de esta magna obra.
“Somos por lo menos 50 senadores de oposición que exigimos del Gobierno federal una explicación, sobre todo porque hay un sobreprecio de casi 40 mil millones de pesos, además de que se nos tiene que informar por qué se otorgó de manera directa la construcción del aeropuerto, sin la licitación correspondiente”.
Son palabras textuales del senador panista Ernesto Ruffo Appel, quien estuvo acompañado de sus correligionarios Salvador López Brito, Víctor Hermosillo Celada, el perredista Luis Sánchez Jiménez y el petista Manuel Bartlett Díaz.
Por su parte, Hermosillo y Celada aseveró que existen diversas dudas en torno a dicho proyecto, como el posible conflicto de interés relacionado con la contratación de la empresa estadounidense Parsons International, para que se hiciera cargo de la gerencia del proyecto.
Consideró necesario que Ruiz Esparza explique por qué --sin fundamentar jurídica o técnicamente la razón de la concesión directa en lugar de una licitación-- se adjudicó un contrato de la Gerencia de Proyectos a Parsons International, que supera por mucho los montos permitidos en la legislación vigente, con el argumento de tratarse de cuestiones propias de seguridad nacional.
Es indispensable aclarar si en dicha empresa participa el ex gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo González, quien además de ser tío del presidente Enrique Peña Nieto, es padre de Alfredo del Mazo Maza, ex titular de Banobras, institución que aportó recursos a fondo perdido con los que se pagarán los servicios de Parsons International, según el contrato, reservado hasta el 9 de octubre del 2026.
A su vez, el senador Alejandro Encinas Rodríguez aseguró que más de 50 senadoras y senadores han exigido que comparezca el funcionario federal ante el Pleno del Senado, para que dé a conocer los pormenores del proyecto, al cual acaban de anunciar una reducción del 65 por ciento del presupuesto asignado para 2015, sin dar mayores detalles.
Sostuvo que el proyecto, con una inversión de 169 mil millones de pesos y que se pretende desarrollar en dos etapas, puede tener un impacto negativo no sólo para la Zona Metropolitana del Valle de México, sino para la región centro del país. Aseguró que el aeropuerto no estará construido en el año 2020, sino que solamente tendrá tres pistas, y una de ellas es incompatible con la base militar de Santa Lucía.
Consideró que la zona elegida para el proyecto no es apta para establecer infraestructura de esta naturaleza, aunque sí muy atractiva para hacer grandes negocios inmobiliarios, como los que ya detonaron en la región oriente del Estado de México: en los municipios de Acolman, de Tizayuca, de Texcoco, de Atenco, de Chimalhuacán.
Asimismo, explicó que se tiene infraestructura aeroportuaria en la región centro del país subautorizada, como el aeropuerto de Toluca, el de Cuernavaca, el de Puebla y dos aeródromos que pueden aprovecharse para la aviación privada, uno en Pachuca y otro en Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México.
Se pudo haber creado, aseguró, todo un sistema aeroportuario, como estaba pensado en la lógica de la construcción del Aeropuerto en Tizayuca, en donde lo que se va a hacer es aumentar la subutilización de los aeropuertos que actualmente existen, cuya infraestructura está desperdiciada.
El senador del PT, Manuel Bartlett Díaz, indicó que ese es un negocio corrupto y gigantesco, algo que se ha venido gestando desde hace años con la compra de los terrenos.
Es un negocio, aseguró, dentro del plan de negocios de Peña Nieto, quien antepone el negocio por encima de planeación urbana y de la planeación demográfica.
El senador del PRD, Luis Sánchez Jiménez, vicepresidente de la Mesa Directiva, aseveró que Carlos Almada López, propuesto para embajador en Japón, fue subsecretario de Transportes en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y responsable de las licitaciones del tren México-Querétaro y del nuevo aeropuerto. Resaltó que el proyecto del aeropuerto, proyecto insignia del Presidente de la República, es completamente opaco.