El Centro de Biotecnología Genómica del Instituto Politécnico Nacional (Cebiogen/IPN) dio a conocer que a pesar de que la tortuga lora goza de “buena salud”, ha disminuido su población, lo que pudiera ocasionar pérdida de diversidad genética y la incapacidad de adaptarse a eventos naturales y evolutivos.
La tortuga lora (Lepidochelys kempii) es la única que desova de manera masiva en México, en las costas de Tamaulipas. No es una especie de consumo por parte de la población; ante el registro del descenso de la especie, investigadores del IPN evalúan su diversidad genética con el fin de saber cómo se afecta a la especie.
El doctor Miguel Ángel Reyes López, titular de la investigación, explicó que cuando hay disminución de la especie pudiera ocasionar pérdida de diversidad genética, y las tortugas podrían carecer de capacidad para adaptarse a eventos naturales y evolutivos.
“En caso de presentarse la reproducción entre consanguíneos hay una pérdida de diversidad genética. Las poblaciones que se interrelacionan entre ellas mismas pueden haber dañado sus genes, porque al paso del tiempo éstos se distorsionan y se presentan mutaciones dañinas. Si esto pasa en una población, las especies serían pobres genéticamente, lo que propiciaría muertes significativas.”
El Centro de Biotecnología Genómica del IPN lleva a cabo un muestreo molecular que servirá para conocer su estado genético y obtener marcadores biológicos que ayuden a su preservación.
El estudio también servirá para obtener estrategias de conservación para cuidar a la tortuga de los navíos pesqueros, contaminación del mar y derrames petroleros.
La lora vive entre 50 y 80 años, mide más de 60 centímetros y pesa casi 38 kilos. En la investigación se usan marcadores moleculares, que son pequeñas secuencias dentro del genoma de la tortuga, que permiten identificar a qué tipo de población pertenecen y saber si son saludables en sus genes.
El doctor Miguel Ángel Reyes López comentó que la investigación inició en 2008 con el permiso que otorga la Dirección General de Protección y Vida Silvestre de la Semarnat y Sagarpa para tomar muestras de las tortugas lora.
Las muestras las toman de las especies que no nacieron, es decir, que no alcanzaron a salir del cascarón y quedan en la arena. Y de los huevos que tampoco se desarrollaron, ocupan el embrión y aleta; como en el cascarón queda una tela donde hay células y sangre, de ahí se obtiene el DNA.
El especialista del IPN explicó que es necesario ampliar el número de marcadores moleculares para robustecer los resultados estadísticos y comparar marcadores de herencia.
Las muestras tomadas para esta investigación provienen de diversos campamentos de la costa de Tamaulipas (Miramar, Rancho Nuevo, Altamira y Tepehuajes).
En este trabajo que estudia a la única tortuga en el mundo que desova de manera masiva en Tamaulipas, México, también participan los gobiernos federal y estatal.
Con información de la revista digital Teorema Ambiental