Entre 2006 y 2012, el 58 por ciento de los empleos en México se generaron en la economía informal, en condiciones precarias y con sueldos reducidos. Durante este periodo, el desempleo y la informalidad caracterizaron al mercado laboral del país.
En el tercer trimestre de 2012, la tasa de desempleo fue de 15.1 por ciento, con una población desocupada de ocho millones 671 mil personas con interés en trabajar, dos millones 137 mil más respecto al cuarto trimestre de 2006, lo que representó un aumento de 32.7 por ciento.
En tanto, la tasa del empleo informal fue de 54.5 por ciento, con 26 millones 574 mil ocupados en este sector, tres millones 411 mil ma´s que a finales de 2006, lo que significa un crecimiento de 14.7 por ciento, informó el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.
En el estudio El desempleo y el empleo en el sexenio de Felipe Calderón. México, 2006-2012, realizado por la instancia universitaria, Luis Lozano Arredondo, Fructuoso Matías García, Javier Lozano, Irma Otero y Jaime Vázquez, subrayan que ante el grave panorama econo´mico y bajas salariales, las familias mexicanas han encontrado en la economía informal una posibilidad de mejorar sus ingresos, lo que convierte a este sector en el de mayor peso en la generacio´n de puestos en el lapso referido.
En el cuarto trimestre de 2006, la población ocupada era de 42 millones 846 mil personas; en el tercer trimestre de 2012, ascendió a 48 millones 732 mil. En general, durante los últimos seis años el empleo creció 13.7 por ciento, menos que el aumento del sector informal, y los estados del norte del pai´s fueron los más afectados.
Estándares internacionales
En el reporte, los especialistas refieren que las cifras presentadas fueron construidas con base en la metodología avalada por la Organizacio´n Internacional del Trabajo (OIT), ante la necesidad de una medición real de desempleo y empleo informal, acorde a estándares internacionales.
La tasa de desocupacio´n que se calcula en el país no mide, ni pretende hacerlo, el desempleo, y las mediciones del informal excluyen a quienes trabajan en negocios no constituidos en sociedad, que tambie´n forman parte de la informalidad. Por tanto, ambas categori´as deben contabilizarse de manera conjunta para aproximarse a una cantidad que realmente represente al total, explican.
Con base en la metodología acorde a la OIT -que el CAM difunde desde 2008-, se calcula que en el tercer trimestre de 2012 la tasa de desempleo fue de 15.1 por ciento, con una población desocupada de ocho millones 671 mil personas con interés en trabajar.
En contraste, para el mismo periodo el INEGI calcula una tasa de desocupacio´n de 5.2 por ciento y una poblacio´n desocupada de dos millones 646 mil 675 personas. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupacio´n y Empleo (ENOE), la cifra no contempla a quienes, aunque tengan interés en trabajar, no buscaron activamente una plaza durante el u´ltimo mes porque se cansaron de hacerlo, o no creen encontrarla.
Por tanto, este dato excluye de la desocupacio´n a quienes tienen un panorama laboral incierto y a quienes sufren de una situacio´n cro´nica de desempleo.
Empleo informal
Ante las escasas perspectivas, y con las remuneraciones y condiciones laborales del sector formal, los trabajadores prefieren el camino de la informalidad, que les permite ingresos de la misma magnitud, pero en condiciones igualmente precarias.
Entre 2006 y 2012, los niveles del empleo informal oscilaron entre el 53.5 y el 55.8 por ciento; al tercer trimestre de 2012, el porcentaje fue del 54.5 por ciento. En general, durante los últimos seis años este tipo de ocupación ha constituido más de la mitad de los ocupados, sostienen.
La economía informal constituyó el motor de crecimiento del empleo en los últimos seis años, al generar el 58 por ciento de nuevas plazas laborales en el país. De las cinco millones 886 mil 111 personas que se incorporaron a la poblacio´n ocupada, tres millones 411 mil 538 lo hicieron en puestos informales.
Al cierre del tercer trimestre de 2012, de los 48.7 millones de trabajadores en el pai´s, 26.6 millones laboraban en la economi´a informal, lo que represento´ un aumento de 3.4 millones de personas más en la informalidad, respecto al cuarto trimestre de 2006.