Al dar a conocer que en México más del 45 por ciento de mujeres trabajadoras ha sido víctima de acoso sexual y hostigamiento, senadores panistas presentaron un paquete de reformas para que ambas conductas sean consideradas como delitos graves y, al mismo tiempo, se eleven las sanciones previstas por su comisión.
“Si bien estas cifras aunque son oficiales, tampoco pueden considerarse reales debido a que son pocas las personas que se atreven a denunciar por temor a represalias y, por ende, son contados los casos que se resuelven por la vía penal, al tratarse de delitos que se persiguen por querella y no de oficio”, manifestaron.
Esta iniciativa, suscrita por los legisladores Mariana Gómez del Campo Gurza y Roberto Gil Zuarth, busca coadyuvar desde el ámbito federal a sancionar de forma eficiente a quienes incurran en dichos delitos, ya que en la actualidad estas figuras resultan prácticamente en desuso, ya sea por su poca frecuencia de denuncia como por su consideración de delito no grave.
Lo anterior, precisó Gómez del Campo, a través de un Proyecto de Decreto por el que se reforman y adicionan los numerales 20) y 21) y se recorren los demás numerales de la fracción I del artículo 194 del Código Federal de Procedimientos Penales y se reforman los artículos 259 bis y 260 del Código Penal Federal.
La también integrante de la Comisión de Derechos Humanos en el Senado de la República, explicó que existen diversos grados de acoso sexual en el trabajo que van desde el “hostigamiento leve y verbal”, que consiste en chistes, comentarios, conversaciones de tipo sexual, silbidos o piropos ofensivos; hasta el “hostigamiento verbal con contacto físico no deseado”, que se realiza mediante toqueteos, pellizcos, palmadas, roces intencionados, acorralamiento, hostigamiento físico y la consumación del acto sexual por la fuerza.
Indicó que de acuerdo con datos proporcionados por el Colegio Jurista, 1.4 millones de mujeres padecen acoso sexual en el trabajo, esto es 10 por ciento de la Población Económicamente Activa. Además, señala que los crímenes que tienen mayor impunidad son aquellos que no se denuncian, y los delitos sexuales son los que mayor silencio tienen por parte de las víctimas, que en el 72 por ciento de los casos presentan culpabilidad, vergüenza o ambas.
“Con excepción de aquellas entidades federativas que no han expedido sus leyes locales de acceso de las mujeres a un vida libre de violencia y/o no han tipificado ni el hostigamiento sexual ni el acoso sexual como delitos, parecería que en México el problema no radica en la legislación emitida al respecto, sino en la falta de programas integrales encaminados, por un lado, a promover la denuncia y comprometer a los patrones a brindar un verdadero apoyo a los trabajadores que enfrentan esta clase de actos discriminatorios”, sostuvo la legisladora.
Cabe mencionar que esta iniciativa fue turnada a Comisiones Unidas de Justicia y Estudios Legislativos para su análisis y dictaminación.