A pesar de que México ha registrado una recuperación en materia de empleo, crecimiento económico y estabilidad, cerca de 58 millones de personas (51.3 por ciento de la población) enfrentan pobreza que, de no atenderse, afectará el futuro del país, afirmó el diputado Antonio Benítez Lucho.
Destacó que la Cámara de Diputados aprobó dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación 2012, más de 20 mil 928 millones 750 mil pesos a la Secretaría de Desarrollo Social con la finalidad de abatir la creciente pobreza.
En este sentido, dijo, “resulta imperante que la dependencia informe de qué manera se ha realizado la distribución de los recursos destinados al desarrollo y al bienestar de las familias, principalmente cuando los niños constituyen casi la mitad de los millones de mexicanos pobres, dato que indica que la pobreza podría tener consecuencias más duraderas que en otros países”.
El diputado Benítez Lucho indicó que en la más reciente sesión de la Comisión Permanente impulsó un punto de acuerdo para exhortar al titular de la Secretaría de Desarrollo Social para que, en un término de 10 días, rinda un informe detallado sobre los gastos generados por la dependencia durante los meses de enero a junio del presente año.
Dijo que de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) el Programa Oportunidades, mediante el cual se realizan transferencias de efectivo a familias, ha contribuido a aumentar las tasas de escolarización y facilitado la transición entre la educación primaria y secundaria, además de que ha reducido la mortalidad materna y mejorado la salud infantil.
Agregó que el organismo señala que no obstante los notables avances a los que se hace referencia, aún persisten retos que deben ser enfrentados con miras a reducir la pobreza y la desigualdad en México.
“Uno de ellos tiene que ver con el gasto público destinado a atender necesidades sociales. Por lo tanto, en el entendido de que se han hecho esfuerzos por ayudar a la población, en México persiste un rezago en progreso social, lo que se hace evidente porque la generación de empleo está muy por debajo de lo que realmente necesita el mercado”.
Lo anterior, abundó el legislador, se traduce en una limitación del ingreso familiar y en los niveles de consumo de la gran mayoría de los mexicanos.
“Las épocas de crisis recurrentes han sido el principal factor de que los avances económicos y sociales se vuelvan a perder. El hecho de que el Producto Interno Bruto (PIB) haya caído más del 6 por ciento en 2009 hizo que desaparecieran las incipientes ganancias que se habían logrado en los años anteriores”.
El gran problema de México, abundó, es que todavía no tenemos una economía con fundamentos importantes y con políticas que permitan generar un crecimiento más estable.
En el punto de acuerdo presentado y turnado a la Tercera Comisión de Trabajo de la Permanente, se señala que al cierre de 2010 el programa Oportunidades benefició a poco más de 5.8 millones de familias, que representan aproximadamente 26 millones de personas.
“Para el 2012 la meta estimada es atender un estimado de 35 millones de beneficiados sobre un promedio de cinco miembros por familia”.
Por tal motivo, concluyó, la dependencia impulsó el cambio de programas asistencialistas y paternalistas a programas corresponsables, con mayor respeto a la necesidad de la comunidad.
“Sin embargo, la reducción de la pobreza en México se revirtió de nueva cuenta en los últimos años y las consecuencias afectarán el futuro del país”.