Habrá más pobreza
La compactación de programas agrarios en el Presupuesto Base Cero 2016 afectará al sector productivo más pobre y que más apoyo requiere; “ese será el mayor riesgo”, además de que se diseñen mal los proyectos, advirtió María del Socorro Ceseñas Chapa, presidenta de la Comisión de Reforma Agraria de la Cámara de Diputados.
Añadió que la reducción que se prevé será de miles de millones de pesos y los proyectos que perderán más recursos son los manejados por las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), y la de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), que “engloban el sector agropecuario del país y el más pobre”.
Con esta perspectiva no se garantiza atender los problemas urgentes del campo, porque “nada más les cambian de nombre y se siguen utilizando para bienes netamente electorales”, sostuvo.
Ceseñas Chapa aseguró que el Presupuesto Base Cero “no es la garantía ni la panacea” para resolver la problemática nacional. Lo sería, siempre y cuando se partiera de cero en todo, incluso en el gasto de los tres Poderes, y tener claras las prioridades que el Estado mexicano tiene que garantizar, como son los alimentos, la atención de salud –porque si la gente no come, se enferma y a la larga sale más caro-, educación, vivienda y generación de empleo.
Subrayó que se requiere gastar bien y dijo que “si partimos de cero priorizando las necesidades, sería otra cosa la proyección presupuestaria para el próximo año, porque se detectaría en qué áreas se desperdician recursos para invertir el gasto corriente en áreas urgentes como en salud, vivienda e infraestructura, pero sólo si garantizan un beneficio colectivo”.
Y precisó: “Es muy sencillo lo que tiene que hacer el Estado mexicano, no se necesita ir a Harvard a estudiar economía y considero que se tiene que rediseñar la política económica y reestructurar el gasto anual de los tres Poderes y las compensaciones a altos funcionarios”.
Aclaró que no se trata de quitar y poner recursos, sino revisar qué programas realmente son los que se tienen que aplicar y re-direccionar un importante porcentaje del gasto superfluo, ordinario y excesivo a la generación de empleos, aunado a la construcción de infraestructura. “Son las formas más adecuadas para asegurar abatir la pobreza en México”, aseveró.
Explicó que la desocupación alienta un problema social, porque mucha gente no gana ni un salario mínimo al día y la gran mayoría está en el comercio informal, donde a veces ganan y otras no, apostándole a acrecentar una mayor desigualdad, pese a ser un país con tanta riqueza y recursos naturales que no son aprovechados debidamente.
El sector productivo agropecuario todavía no tiene una propuesta de reforma integral que impulse una estrategia definida para los productores más pequeños, porque se priorizó el apoyo a los grandes inversionistas, pero tampoco repuntó la inversión, subrayó.
Estimó la legisladora que la compactación presupuestaria alentará más pobreza, porque la clase media dejó de serlo en el país, ya pasó a una franja más abajo de la clase media. Y los que son pobres, agregó, “siguen siendo pobres y todavía ahora hay más pobres”.
“Entre más pobreza haya en México más problemas sociales se presentarán; ese es el peligro, y pone a muchos mexicanos en charola de plata para que a quienes se dedican a negocios ilícitos tengan mano de obra muy barata y los ejércitos de los narcos estén formados por decenas de miles de personas sin empleo y que no ganan nada”, presagió.
La gente necesita subsistir y evitar que niñas sean apresadas sólo por sacar agua de un lugar, robar un kilo de barbacoa o por arrebatar y robar alimentos, porque a eso ya llega el grado de desesperación de muchos mexicanos que no tiene ni para hacer una comida al día, ya no se diga tres. Este fenómeno se desencadena cuando hay pobreza, enfatizó.