El secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, no se anduvo por las ramas y contestó con franqueza a los diputados y senadores que lo sentaron en el banquillo legislativo, al darles a entender que el problema real de México es que hay mucho corrupto y vicioso a lo largo y ancho del país
“México tiene un problema serio de adicciones, el crecimiento en el consumo de drogas que se reporta requiere un análisis profundo desde todas sus variables y de un debate pleno”, les dijo de frente y sin tapujos.
Recalcó que en la Secretaría a su cargo se ha privilegiado una perspectiva permanente para fortalecer el esquema institucional, tanto en el orden federal como en los municipios. Un tema clave es la capacidad del Estado para recuperar la base social; ése es el verdadero reto a mediano y largo plazo, dijo.
Añadió, en tono más de reproche que informativo, que en los últimos años se dejó de invertir y de vigilar a los mismos cuerpos policiacos, “lo que generó una descomposición estructural y también de corrupción a nivel nacional”.
Aseguró que para evitar los actos de corrupción dentro del Gobierno federal, se han fortalecido las capacidades de control de confianza pasando de 20 mil a doscientos treinta mil exámenes, incluyendo la parte patrimonial, psicológica y psicométrica de cada policía.
Pero insistió en que la ventaja operativa del crimen organizado se encuentra en la impunidad, “lo cual lastima de forma directa en el seno de la sociedad”, por lo que pidió a los legisladores que si quieren ayudar a la erradicación de esto, constituya la propuesta de unificación de los mandos policiacos, con lo cual pasaría de dos mil quinientos en todo el país a solamente 32 mandos.
García Luna se mostró a favor de la creación de un órgano regulador del Estado que garantice la continuidad de los procesos de desarrollo y fortalecimiento de las instituciones de seguridad pública y que cuente con capacidad de supervisión y fiscalización, integrado por los tres Poderes de la Unión y representación ciudadana.