*Están en enfermería, medicina y derecho

*Abundan en Michoacán, Guerrero y Tamaulipas

*Le siguen, DF, Estado de México, Puebla e Hidalgo

Datos de la Secretaría de Educación Pública revelan que de 2002 a 2012, se detectaron 3 mil 147 cédulas profesionales y mil 914 certificados de bachillerato falsos y las autoridades del Distrito Federal reportaron la detención de 47 personas en operativos realizados en la Plaza de Santo Domingo, de 2011 a 2013, por el delito de falsificación.

En este lugar, advierten investigaciones documentales, es posible obtener por seis mil pesos un título profesional apócrifo, una cédula profesional o un certificado de estudios, y por dos mil pesos, una credencial para votar o un pasaporte.

Ante esta problemática, los integrantes de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos de la Cámara de Diputados aprobaron un exhorto para que el Ejecutivo federal, a través de la SEP, refuerce los mecanismos de seguridad de los documentos oficiales que certifiquen el grado académico de los estudiantes.

La iniciativa, promovida por el diputado federal Ricardo Mejía Berdeja, también hace partícipe a la Procuraduría General de la República para que persiga y consigne a quienes hayan incurrido en el delito de falsificación de documentos oficiales.

El dictamen, analizado por la comisión, detalla que entre las entidades federativas con mayor cantidad de documentos falsos –en comparación con la cantidad de egresados-, destacan Michoacán, Guerrero, Tamaulipas, Distrito Federal, Estado de México, Puebla e Hidalgo.

La misma SEP ubicó al certificado de bachillerato y a los títulos universitarios de las carreras de enfermería, medicina y derecho como los más demandados para falsificar de 2002 a 2012.

“Esto también puede estar ligado con el robo de identidad o suplantación, ya que para realizar tales delitos es necesario contar con algún tipo de identificación oficial (credencialess apócrifas) para operar los fraudes”, recalca el dictamen.

Detalla que los trámites realizados en la calle de República de Brasil, en el DF, no presentan complicaciones, pues sólo es necesario llevar documentos básicos como la CURP, además de una hoja en blanco con la firma del solicitante y fotografías.

Añade que quienes tramitan los documentos apócrifos también presumen de hacer “trabajos derechos”, donde los papeles no son copias falsificadas.

“El título es original y la cédula profesional se firma al interior de las oficinas de la SEP. Tramitarlo tiene un costo de 150 mil pesos. Se afirma hacerlo a través de varias universidades que se prestan a ello, sin citar a las que presuntamente participan en actos corruptos”, advierte el dictamen.

A nivel superior, las universidades de Guerrero, Autónoma de Morelos, Benemérita Autónoma de Puebla, Benito Juárez de Oaxaca, Autónoma de San Luis Potosí, Autónoma de Tamaulipas y la Autónoma del Estado de México, son las que supuestamente expiden los títulos apócrifos.

Los legisladores promoventes hacen hincapié en la obligación que tiene la Cámara de Diputados de velar por que los documentos que acreditan a los profesionales cuenten con códigos o lineamientos de máxima seguridad para que no sean falsificados, además de erradicar en las dependencias la emisión de documentación oficial, y con esto, las prácticas corruptas de quienes laboran en estas.