Flanqueado por periodistas que han relatado la historia del México contemporáneo y la mesa directiva del Senado de la República, Marco Antonio Blásquez Salinas se instaló formalmente en la presidencia de la Comisión Especial para dar Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación.
El legislador, de oficio periodista, ofreció trabajar y atender los requerimientos del gremio, con el propósito de evitar que los comunicadores sigan sufriendo los actos de barbarie que en los últimos años le han dado fama negativa a México, ya sea por los ataques del crimen organizado o por los golpes que reciben de otras instancias, provenientes del poder oficioso.
Aquí sus palabras textuales: “Hace 11 meses interrumpí una trayectoria de 29 años como periodista para iniciar una campaña política que me permitió ocupar, por primera vez en mi vida, un puesto público, que es justamente éste, de senador.
“A lo largo de esas tres décadas como comunicador, corroboré cuán poderosos son los intereses que afectan a un periodista y cuán endebles son sus defensas.
“Hoy, la vida de los periodistas está en riesgo y la seguridad de los medios de comunicación se encuentra comprometida. Entre 1983 y 1999 se registraron 33 periodistas asesinados.
“Entre 2000 y 2006, 66. Entre 2007 y 2012, 127. Sólo el año pasado hubo 10 periodistas asesinados, dos desaparecidos y 27 agredidos. Se registraron 11 agresiones a medios de difusión y México ocupó el tercer lugar mundial en asesinatos de comunicadores después de Siria y Somalia.
“Toda discrepancia estadística con otros oradores que sucedan a este turno, no hacen sino reafirmar la gravedad del tema. La libertad de expresión es un pilar de la vida democrática. Los ataques al gremio obedecen a la lógica de acallar a los comunicadores como paso previo para lograr el predominio sobre el Estado.
“Nunca como ahora el ejercicio del periodismo ha resultado de tanto valor para los mexicanos y de tanto peligro para los periodistas. Las afectaciones a periodistas no provienen únicamente de la delincuencia, sino también de los resabios del autoritarismo oficial que golpea con la “Ley Macana” al periodismo combativo e independiente.
“Esta Comisión se ha fijado como meta promover el respeto que el periodismo requiere en un país de instituciones. Ni por un instante dejaremos de exigir y coadyuvar en el esclarecimiento de los asesinatos de periodistas y en la localización de los desaparecidos. “Nos aseguraremos, en el marco del objeto con que se creó nuestra Comisión, de que el mecanismo establecido en la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas sea eficaz.
“Solicitaremos, con toda atención, al Procurador General de la República, la revisión en detalle de los casos de los periodistas sujetos a procedimiento penal sin más prueba que el señalamiento de miembros de la delincuencia, cobijados bajo la figura del testigo protegido.
“Gestionaremos apoyos de la ley y voluntarios para las familias de las y los periodistas que han perdido la vida o resultado lesionados. Convocaremos a periodistas, académicos y a la clase política a reflexionar sobre la libertad de expresión y el derecho a la vida privada para construir una nueva preceptiva que, con equidad, tutele ambos derechos.
“Y también promoveremos que esta soberanía legislativa, emanada de la voluntad popular, esté siempre presta a reconocer las muchas aportaciones que el gremio periodístico presenta a nuestra democracia y a nuestras libertades.
“No en balde nuestra historia inscribe con letras de oro los nombres de periodistas como Ricardo Flores Magón, Francisco Zarco, Filomeno Mata, Félix Fulgencio Palaviccini, José Pagés Llergo, Eduardo Téllez Vargas, Miguel Ángel Granados Chapa, Julio Scherer y Carlos Monsiváis, entre muchos tantos”.