Son alarmantes las cifras de la población infantil que trabaja en el país, pues se calcula que hay tres millones 14 mil 800 personas de 5 a 17 años que laboran, de las cuales un 33% son niñas y 67% niños, es decir, uno de cada ocho niños están trabajando, es una clara violación a los derechos de la infancia, manifestó la senadora Martha Elena García Gómez.
En su calidad de presidenta de la Comisión Especial de los Derechos de la Niñez y de la Adolescencia del Senado, dijo lo anterior luego de que el pleno de la Cámara Alta aprobara un exhorto al Ejecutivo federal para que ratifique el Convenio 138 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para establecer la edad mínima de 15 años para ingresar a laborar.
La senadora nayarita señaló que la situación que se vive en el país sobre este tema, es una clara violación a los derechos de la infancia, porque las niñas, los niños y adolescentes que realizan trabajos son
privados de su derecho a la educación, al esparcimiento y a la salud, por mencionar algunos.
Recordó que la erradicación del trabajo infantil es uno de los objetivos del milenio y en ese esfuerzo se debe continuar hasta conseguir ese
fin, para lo cual se debe de incluir en la agenda nacional el tema de la infancia y que en algún momento se establezca la eliminación total del trabajo infantil.
Asimismo, citó el Convenio 138 de la OIT que debe ser ratificado por el gobierno de México, donde se establece que la edad mínima para acceder al empleo no deberá ser inferior a la edad en la que cesa la educación obligatoria y, en todo caso, a los 15 años (a los 14 en los países en vías de desarrollo), con el fin de no obstaculizar su derecho a la educación.
Mientras que las legislaciones nacionales, expuso, podrán permitir el empleo en personas de 13 a 15 años (o de 12 a 14 en países en vías de desarrollo) en trabajos ligeros. Es decir, en actividades que no perjudican la salud o el desarrollo ni limiten la asistencia a la escuela.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) define el trabajo infantil como cualquier trabajo que supere una cantidad mínima de horas, dependiendo de la edad del niño o niña y de la naturaleza del trabajo, y por lo tanto, si ese tipo de trabajo se considera perjudicial para la infancia “debería eliminarse”, finalizó la senadora Martha Elena García Gómez.