El diputado federal Javier López Zavala denunció que hay rastros donde se programan matanzas de ganado alimentado con clembuterol, sustancia que en el organismo humano ocasiona problemas de taquicardia, náuseas, incremento de la presión sanguínea e intoxicación.

Por ello propuso reformar los artículos 2 y 3 de la Ley Federal de Sanidad Animal para establecer la obligatoriedad a la Sagarpa de certificar todos los establecimientos o rastros dedicados al sacrificio de animales y procesamiento de carne, aun cuando sean de competencia municipal, estatal o del Distrito Federal.

La iniciativa plantea cambios al artículo 2º, párrafo último, para que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación tenga esta facultad, sin que medie petición de los ayuntamientos, gobiernos de los estados o del gobierno del Distrito Federal.

Los cambios sugeridos al artículo 3º, son para que la Sagarpa sea considerada la autoridad responsable de tutelar la sanidad y el bienestar animal, así como de las buenas prácticas pecuarias en la producción primaria, no sólo en los establecimientos Tipo Inspección Federal, sino también en establecimientos de competencia municipal, estatal o del Distrito Federal dedicados al sacrificio de animales y procesamiento de bienes de origen animal.

De acuerdo con el informe de Sagarpa 2011, las 552 mil 404 cabezas de ganado bovino certificado, representan apenas 7.08 por ciento de cabezas producidas en el país, sin saber qué pasa con el restante 92.92 de esa cifra oficial.

Hace notar que las cifras oficiales no contemplan la producción de ganado de tras patio, ni el sacrificio en rastros clandestinos.

Subraya que hay cabezas de ganado alimentadas con clembuterol, que en el organismo humano ocasiona problemas de taquicardia, náuseas, incremento de la presión sanguínea e intoxicación.

Con esta reforma, sostiene, se podría combatir en gran medida el uso de sustancias prohibidas en el ganado para consumo humano como el clembuterol.

Así, se atacaría el problema de fondo gracias al control, supervisión y certificación de todos los rastros existentes en el país, y se reducirían en gran medida los problemas que afectan todavía a los mexicanos que consumen carne contaminada.

Explica que Ley Federal de Sanidad confiere a la Sagarpa atribuciones de inspección, verificación y supervisión de los establecimientos Tipo Inspección Federal (TIF), dejando a petición de parte (de los ayuntamientos, estados y del Distrito Federal) su intervención para certificar los establecimientos o rastros que se encuentren en su ámbito de competencia.

Es decir, la Sagarpa sólo inspecciona establecimientos tipo TIF, y no supervisa rastros municipales, estatales y del Distrito Federal, debido a que en la ley en la materia no existe la obligatoriedad de que esta dependencia los verifique y certifique.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 2011 en el país se produjeron 1.2 millones de toneladas de carne, tras el sacrificio en los rastros del país de 7.8 millones de cabezas de ganado.

De ellas 68 por ciento correspondió a carne bovina, 31 por ciento a porcina, 0.4 a ovina y el restante 0.2 por ciento a caprina.

Abunda que en 2011 sólo fueron certificadas por esta dependencia federal 552 mil 404 cabezas de bovino, y se otorgaron 276 oficios de hato libre que representan 382 mil 979 cabezas de ganado.