*Los rentan hasta en 400 pesos diarios
*Les dan vodka para emborracharlos
*A otros los duermen con pastillas
En México prevalece brutal, perverso e inhumano mercado de renta de infantes a quienes se emborracha, se droga o se golpea para mantenerlos dormidos, sin sentido y en muchos casos agonizantes, mientras los alquiladores se dedican a pedir limosna chantajeando a la gente que a su paso se conmueve y aporta el dinero que esté a su alcance.
La renta de estos menores es un negocio sumamente lucrativo, ya que por cada niño se deben pagar entre 300 o 400 pesos por día a las personas que los tienen a su cargo, el alquiler de menores se puede hacer con o sin pastilla; es decir, se les da vodka, drogas o cloroformo para que no molesten en todo el día y den la apariencia de estar enfermos y dormidos.
La trata de menores va más allá de sólo alquilarlos para mendigar y pedir limosna, ya que en ocasiones también los rentan para que abusen sexualmente de ellos. De esto hay reportes de cadáveres de bebes intoxicados, o con semen en su estómago, niños que fueron víctimas de tráfico, trata y abuso sexual.
Este dramático y cruel escenario lo reveló el diputado federal
Ricardo Mejía Berdeja, quien dijo que por ello es necesario impulsar una iniciativa para que el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia, DIF, proteja y atienda a los menores que son utilizados en actos de mendicidad hasta que se determine la situación legal de su progenitor o persona a su cargo.
Explicó que la propuesta plantea reformar los artículos 24 y 89 de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos, para que en caso de que el acto de mendicidad se lleve a cabo en menores de edad y bajo el supuesto de una relación familiar, el Ministerio Público dé aviso de forma inmediata al DIF, para que se encargue de la protección del menor.
Añadió que también la iniciativa de ley precisa que cuando la persona detenida no pueda acreditar que es legalmente el padre o tutor del menor, se les dará aviso a las autoridades encargadas de registro y denuncias de niños y personas extraviadas, con la finalidad de descartar que el menor haya sido robado o sustraído ilegalmente de su familia.
Y fue aquí cuando el legislador hizo otras revelaciones de la crueldad de un sistema de explotación infantil que no es ajeno a las autoridades de todos los niveles: “Recordemos que niños, desde recién nacidos hasta de 7 años, son utilizados como anzuelo para generar compasión en los transeúntes, comúnmente en las salidas de las estaciones del metro, paraderos de transporte público, centrales camioneras y de abasto, iglesias, cruceros, parques y centros comerciales para obtener algún beneficio económico o limosna”.
Añadió que los infantes pueden permanecer dormidos durante todo el día mientras la persona que los sujeta pide cooperación económica para supuestos medicamentos que el menor necesita. La renta de estos menores es un negocio sumamente lucrativo, ya que por cada niño se deben pagar entre 300 o 400 pesos por día a las personas que los tienen a su cargo, el alquiler de menores se puede hacer con o sin pastilla; es decir, se les da vodka, drogas o cloroformo para que no molesten en todo el día y den la apariencia de estar enfermos y dormidos.
A mayor abundamiento, el diputado Mejía Berdeja aseguró que la trata de menores va más allá de sólo alquilarlos para mendigar y pedir limosna, ya que en ocasiones también los rentan para que abusen sexualmente de ellos. “Hay reportes de cadáveres de bebes intoxicados, o con semen en su estómago, niños que fueron víctimas de tráfico, trata y abuso sexual”, denunció el legislador.
Indicó que los niños provienen de familias disfuncionales, hijos de padres alcohólicos, drogadictos que viven en la miseria, inmigrantes, indígenas engañados o amenazados y robados de sus familias. Además, puntualizó, muchos de ellos son hijos de mujeres en situación de calle a las que violaron mientras estaban drogadas y se los arrebataron al nacer, por lo que no hay un registro de su nacimiento ni un acta que certifique su existencia.
Para concluir dijo que con estos fundamentos considera que se debe crear un marco jurídico donde se garantice la vida, integridad y desarrollo de los niños y crear programas sociales para validar sus derechos más elementales como la salud, seguridad, alimentación y educación.