La presidenta de la Comisión de los Derechos de la Niñez de la Cámara de Diputados, Verónica Beatriz Juárez Piña, aseguró que “en México sigue vigente la práctica de protección de los sacerdotes acusados de abuso sexual infantil”y sostuvo que frente a estos casos la Santa Sede, como estado miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tiene la responsabilidad de proteger a las víctimas, en el ámbito de los derechos humanos de los menores de edad.
La diputada federal recordó que en el reciente encuentro entre el Comité de Naciones Unidas contra la Tortura y la delegación de la Santa Sede sobre casos de pederastia clerical, se preguntó si el Vaticano consideraba a la violencia sexual contra menores como un crimen contra la humanidad, pero “como era de esperarse, la interrogante no obtuvo respuesta”.
En esa ocasión, también se demandó información sobre casos particulares de sacerdotes acusados de abuso sexual contra menores en India, Alemania, Estados Unidos y México, país en el cual, reiteró, se protege a los sacerdotes que abusan sexualmente de los pequeños”.
Ello, a pesar de que el Comité de los Derechos del Niño -órgano de expertos independientes que supervisa la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño por sus Estados Partes-, y el Comité de Naciones Unidas (ONU) contra la Tortura, han hecho recomendaciones al Vaticano de proteger a los infantes ante estas prácticas, subrayó.
Mencionó que la Santa Sede, como muchos otros países incluido México, ha firmado y ratificado voluntariamente la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN), por lo que al igual que los demás estados miembro de la ONU, debe informar regularmente al Comité de los Derechos del Niño sobre el cumplimiento de la Convención.
La razón, explicó la legisladora federal, es que se trata de un documento vinculante en derecho internacional que ampara, entre otros, el derecho de las y los niños frente a la violencia y los abusos sexuales de representantes religiosos.
La diputada Juárez Piña insistió en que el Vaticano debe actuar frente a los abusos sexuales que realice cualquier miembro de la jerarquía católica o cualquier otro culto religioso.
Dijo que afortunadamente en la actualidad el tema de la pederastia clerical ya no es un asunto prohibido como lo fue que durante muchas décadas y destacó la importancia de romper el cerco del silencio encubridor y, por tanto, cómplice, que deshonora a las víctimas pasadas y presentes de ese abuso infantil clerical que es fuertemente criticado y condenado por la sociedad, ya que es realizado por quienes deberían brindar la mayor protección y seguridad para los menores de edad.