La Cámara de Senadores reformó diversos ordenamientos para fomentar un ambiente educativo saludable, sin discriminación, libre de violencia y con programas orientados a la prevención del suicidio de menores.
En el dictamen se advierte que en México el suicidio juvenil es la tercera causa de muerte en nuestro país y en promedio 14 jóvenes de 15 a 24 años pierden la vida cada día por esta causa.
Se destaca que de acuerdo con la Primera Encuesta Nacional sobre la Exclusión, Intolerancia y Violencia de 2008, “cuatro de cada 10 jóvenes han tenido la sensación de que no vale la pena vivir”.
Además, tres de cada 10 estudiantes se sienten rechazados por sus compañeros y el 13 por ciento estuvo de acuerdo con la idea de que los hombres les pegan a las mujeres por instinto.
Lo anterior, se subraya, “demuestra la existencia de exceso de violencia e intolerancia” en los planteles educativos, “situación que sin duda afecta las emociones de los estudiantes”.
Algunos de los síntomas que desencadenan el suicidio son la baja autoestima, timidez, ansiedad, estrés, depresión, aislamiento, descuido personal, miedos, fobias, adicciones, trastornos de sueño, agresividad y alteraciones en la conducta alimentaria.
Por eso, los senadores modificaron la Ley General de Educación para que enseñanza que imparta el Estado tenga como propósito fomentar un ambiente educativo saludable, con equilibrio biológico, psicológico y social, así como con equidad, participación, sin discriminación y libre de violencia para los alumnos.
Asimismo, cambiaron la Ley General de Salud y la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, a fin de que se impulsen programas orientados a la prevención del suicidio, así como para la prevención y tratamiento de trastornos mentales que puedan alterar el sano desarrollo de la población.
El dictamen, que se aprobó con 77 votos a favor, se turnó a la Cámara de Diputados para sus efectos constitucionales.