El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados informó que aumentó la tasa de ocupación informal a 14.2 millones de personas, en el mes de septiembre, lo que implica que la generación de empleos formales ha sido insuficiente para mejorar las condiciones en el mercado laboral.
En su documento “Boletín Económico de Coyuntura; semana del 15 al 19 de octubre de 2012”, el organismo oficial de la Cámara precisó que las personas en el mercado informal representan 29.35 por ciento del total de la población ocupada.
Detalló que comparado con el mismo mes del año anterior, el sector se expandió 0.61 puntos porcentuales.
En el último año, la tasa de desocupación aumentó en los estados de Baja California, Michoacán y Oaxaca, mientras que en Zacatecas, Aguascalientes y Veracruz se redujo.
Tal situación, agregó el CEFP, muestra la pérdida de dinamismo del personal ocupado y la marginal mejoría de las remuneraciones en los establecimientos, bajo el Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX).
Precisó que pese al incremento en el número de establecimientos registrados en el Programa IMMEX, el personal ocupado y los ingresos nominales de las empresas se vieron afectados por la menor demanda externa de consumidores y productores estadounidenses.
Abundó que bajo el escenario que se presenta para la economía global, el sector manufacturero de México enfrenta ciertos riesgos para lo que resta de 2012.
Lo anterior, debido a que la dinámica de crecimiento continúa débil a nivel mundial y no se aprecia en el corto plazo una reactivación firme del consumo en los Estados Unidos, además de que tendrá que afrontar los altos precios de los insumos, principalmente de energéticos y agropecuarios”.
En el documento, el CEFP puntualizó que en septiembre, el crecimiento promedio de las ventas se ubicó en 8.8 por ciento, aunque en términos reales fue de 3.8 por ciento.
Por línea de mercancía, agregó, la de mayor crecimiento fue ropa y calzado con una expansión real de 6.7 por ciento, seguida de mercancías generales con 4.8 por ciento y de supermercados (abarrotes y perecederos) con 2.9 por ciento.
Estos últimos acumulan un crecimiento de apenas 0.6 por ciento, lo que revela tanto la debilidad del mercado interno y el disparo en los precios de los alimentos que, en septiembre, tuvieron un alza anual de 10.73 por ciento.