El Congreso federal llamó a las secretarías de Salud federal y de las entidades federativas a cumplir con el índice de cesáreas establecido por la Organización Mundial de la Salud.
Lo anterior, mediante la actualización de los protocolos del fortalecimiento de la vigilancia en las instituciones de salud públicas y privadas para cumplir con dicho índice y de la promoción del cumplimiento del derecho que tienen las mujeres para estar informadas veraz y oportunamente y decidir sobre la forma o modalidad en que deseen tener el parto o nacimiento humano.
Un grupo de diputadas y senadoras propusieron recordaron que en los últimos años se ha establecido una actitud internacional a favor de la mujer para que participe en el proceso del parto y elija la vía del nacimiento de su hijo, así como para que el procedimiento esté apegado a los derechos humanos.
Esto, debido a que la técnica y tecnología actuales son utilizadas como argumentos de intervención profesional, provocando una alteración en el vínculo madre e hijo, lo que transforma la instancia de embarazo y parto, en episodios en los que pierden individualidad e intimidad.
Para lograr el respeto a los derechos humanos de las mujeres que enfrentan el próximo nacimiento de su hijo, deben contar con el derecho a una elección informada, lo cual es un principio de la bioética, fundamentado en valores como que las mujeres tienen derecho a conocer la información con base científica, deben tomar sus propias decisiones acerca del embarazo y el parto, entre otras.
El objetivo debe ser difundir lo que significa tener un parto humanizado y que las mujeres conozcan sus derechos, ya que en la actualidad algunos médicos impulsan las cesáreas y procedimientos agresivos por encima del parto natural y, con ello, las mujeres -al no tener la información adecuada- no exigen el parto humanizado.
Además, subrayaron que entre las recomendaciones de la OMS en este sentido se encuentran: evitar la maniobra Kristeller, (empujar al bebé dentro del vientre para agilizar su nacimiento), la episiotomía (es el corte que se realiza en la zona perianal para agrandar la apertura de la vagina), obligar a parir acostada en posición horizontal o inmovilizada, la maniobra Hamilton (en la cual el médico desprende del cuello del útero las membranas que rodean al bebé utilizando las manos o algún otro instrumento con el fin de permitir el desprendimiento que lo mantiene unido al útero).