La Comisión Permanente respaldó al presidente Enrique Peña Nieto y al secretario de Economía, por la expedición y promulgación del decreto por el cual se modifican las tarifas de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el pasado 13 de diciembre, y lo conminó a ampliar estas acciones.
El punto de acuerdo, considerado de urgente y obvia resolución, refiere que el 18 de junio de 2007, el titular del Poder Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, publicó en el DOF el decreto que expidió la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación, estableciendo un arancel del 20 por ciento a la importación de limón; del 194 por ciento a la del maíz, y del 15 por ciento a la del sorgo de grano, si se realiza entre el 16 de diciembre y el 15 de mayo.
Precisa que posterior a su publicación, el 15 de mayo del 2013, a través de un decreto publicado en el DOF se exentó el pago arancelario a la importación del limón. Esta medida fue tomada en el contexto de las grandes afectaciones a la producción de este cítrico, derivadas de la plaga del dragón amarillo en algunas regiones del país, principalmente al estado de Colima.
Al hacer uso de la tribuna, la senadora Mely Romero Celis, promovente del punto de acuerdo, enfatizó que la publicación del nuevo decreto que modifica la tarifa arancelaria a la importación del limón, maíz y sorgo, del pasado 13 de diciembre del año, atiende las necesidades de los productores mexicanos, así como las recomendaciones para incrementar el bienestar social a través de medidas de protección social y del incremento al ingreso disponible de las familias con escasos recursos.
Manifestó su convicción de que con estas medidas se incrementará la productividad nacional beneficiando a los productores nacionales y se acrecentarán la disponibilidad y el acceso a los alimentos para la población mexicana.
Refirió que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un país puede tener seguridad alimentaria si produce el 75 por ciento de los alimentos que consume, y México sólo logra el 57 por ciento de esa meta.
Según estudios del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México perdió desde hace unos años la autosuficiencia alimentaria. Como consecuencia, importa arriba del 80 por ciento de oleaginosas, sorgo y soya, destinadas a la alimentación animal y a la producción de aceites, “que si bien es cierto no son básicos, sí impacta indirectamente en la producción de huevo, carne de pollo, carne de res, lo cual es uno de los principales factores que vulneran la seguridad alimentaria”.