Mientras algunos empleados de nivel medio superior que laboran en la Cámara de Diputados y el Senado de la República andan radiantes de felicidad, otros están que trinan por la marginación que sufrieron en el otorgamiento de “premios a la causa”.
De acuerdo con las versiones que recogieron nuestros sabuesos informativos en ambos recintos parlamentarios, el enojo de muchos trabajadores obedece a que fueron excluidos del bono que los directivos del Congreso federal otorgaron a quienes trabajaron todas las jornadas que lo hicieron los legisladores en los dos últimos dos meses.
Como se sabe, en este lapso los diputados y senadores celebraron periodos extraordinarios de sesiones para aprobar las leyes secundarias de las reformas constitucionales que propuso el presidente Enrique Peña Nieto.
Fueron largas horas de día y de noche que discutieron los contenidos de dichas leyes, lo que requirió del mismo esfuerzo de los trabajadores de las áreas administrativas y apoyo parlamentario.
Por ello se ordenó que se otorgara el bono correspondiente a un mes de salario asignado a cada empleado elegido, lo que motivó que muchos trabajadores protestaran aun cuando esta aportación es discrecional y no está contemplada en el contrato colectivo de trabajo de los respectivos sindicatos.