Investigaciones realizadas en Guanajuato han identificado una asociación entre muertes por mesotelioma maligno y la presencia de erionita en el ambiente. Se trata de los primeros reportes en México, derivados del estudio encabezado por Adrián Ortega y Gerardo Carrasco, del Centro de Geociencias (CGeo) de la UNAM en Juriquilla, Querétaro, que encuentran esa relación.
El mesotelioma es una forma de cáncer poco común que afecta al tejido que reviste los pulmones, la cavidad torácica (pleura), al abdomen (peritoneo) o al saco que contiene al corazón (pericardio). Es una enfermedad seria, cuyos síntomas suelen manifestarse cuando ya se encuentra en etapa avanzada, lo que impide la aplicación de cualquier tratamiento que evite la pérdida de vidas.
En tanto, la erionita potásica es un mineral producto de la alteración de rocas volcánicas conocidas como ignimbritas, que datan del Oligoceno (alrededor de 30 millones de años).
De acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), es un carcinógeno en humanos y animales; mientras, la Organización Mundial de la Salud la clasifica como el mineral más carcinogénico.
Las indagaciones preliminares, realizadas por el CGeo, consistieron en trabajos geológicos y epidemiológicos en las inmediaciones de una comunidad de 450 habitantes localizada cerca de San Miguel de Allende, donde el cáncer de pulmón y el mesotelioma maligno son causas de muerte.
Se aplicaron diversas técnicas microscópicas y analíticas para la identificación de un grupo de nueve elementos y minerales reconocidos como cancerígenos por la IARC. Los resultados fueron publicados en la revista Environmental Geochemical and Health.
Se encontró que las propiedades físicas y químicas de la erionita son similares a las de la región de Capadocia, en Turquía, donde se asocia directamente con el mesotelioma maligno.
En el mundo es bien conocido que la exposición laboral a asbestos es la causa principal para desarrollar esa enfermedad neoplásica. En Estados Unidos cerca de dos mil 500 personas mueren anualmente por esa causa y en México se reportan alrededor de 500 casos anuales y van en aumento. Esto hace evidente la necesidad de prohibir su uso en nuestro país.
De los casos de control en trabajadores con seguridad social, el 15 por ciento no fueron asociados a causas laborales, lo que permite considerar otras posibilidades, como la exposición ambiental a erionita.
Así, se abren diversas líneas de investigación de lo que pudiera representar un problema de salud emergente con la Unión Americana, debido a la evolución geológica de Norteamérica, que dio lugar a una amplia distribución de rocas ignimbríticas que dominan el centro y noroeste de México y conforman la parte principal de la provincia de la Sierra Madre Occidental, que se extiende hasta EU, donde se han identificado 95 regiones con ese mineral.