*Alertan legisladores
Los senadores Guillermo Tamborrel Suárez y Ernesto Saro Boardman respaldaron un dictamen de las comisiones unidas de Salud y de Estudios Legislativos que prohíbe que las bebidas adicionadas con cafeína se vendan mezcladas con bebidas alcohólicas a menores de edad.
De acuerdo con ese dictamen, el incumplimiento a esta normatividad se sancionará con una multa que va de seis mil a doce mil veces el salario mínimo general diario vigente en la zona económica de que se trate.
Durante la sesión ordinaria de la Cámara Alta en la que se aprobó esta reforma, Tamborrel Suárez indicó: “Con ello estamos haciendo algunas precisiones desde sus definiciones, como también algunas prohibiciones a las mal llamadas bebidas energizantes, que son las que se promocionan como las grandes fuentes de energía, como aquellas que levantan, aquellas que te dan alas, aquellas que te hacen volar, aquellas que te hacen sentir mejor”.
Pero el legislador por Querétaro dijo que esas bebidas engañan a la población. “No aportan energía, simplemente son bebidas estimulantes, dado que contienen una alta dosis de cafeína, que es precisamente la que provoca que el consumidor se sienta más despierto, se sienta mucho más ágil”, apuntó.
Tamborrel Suárez lamentó que sobre todo los jóvenes hayan caído en este hábito de consumo tan nocivo. “Nuestros jóvenes han estado consumiendo estas bebidas sin moderación alguna, y esto ha provocado que muchachos que en principio creían que estaban sanos desde la perspectiva cardiaca, la realidad es que han llegado inclusive a fallecer”, dijo el legislador.
A su vez, Ernesto Saro Boardman, presidente de la Comisión de Salud, apuntó que para la Comisión de Salud es de suma importancia establecer la regulación general a que deben sujetarse las bebidas adicionadas con cafeína.
“Este tema es merecedor de especial atención, ya que existe un vacío legal en lo referente a su concepto y efectos generados por su ingesta”, acotó.
El legislador por Coahuila expuso que las bebidas energizantes o energéticas son común y erróneamente denominadas así en el mercado mundial, pues se caracterizan por ofrecer supuestas cualidades a partir de su consumo, tales como regenerar la energía corporal o mental.
“La realidad es que, derivado de sus ingredientes, entre ellos la cafeína, su consumo es generador de estímulos momentáneos en el sistema nervioso central, ocasionando en el organismo periodos cortos de euforia debido a la elevación de la presión arterial; sin embargo, el efecto real es la disminución de la sensación de cansancio.
“Desde la aparición en el mercado de estas bebidas, su consumo se ha incrementado considerablemente y su demanda es cada vez más popular entre jóvenes, e incluso entre los menores de edad, abarcando un rango que va desde de los 11 hasta los 29 años”, detalló Saro Boardman.