La Organización Mundial del Comercio determinó que la medida de COOL es un obstáculo al comercio internacional, ya que es más restrictivo de lo necesario para cumplir el objetivo de brindar información veraz a los consumidores en Estados Unidos sobre el origen de los productos.
El Gobierno mexicano pudo demostrar que el precio del ganado mexicano era castigado entre 40 a 60 dólares por cabeza de ganado, al momento de su venta en Estados Unidos.
México inició esta controversia en diciembre de 2009, en coordinación con el Gobierno de Canadá.
El Panel Arbitral de la Organización Mundial del Comercio (OMC), dio a conocer este día su informe final a favor de México sobre los requisitos de etiquetado del país de origen (COOL, por sus siglas en inglés) que Estados Unidos impone a determinados productos agropecuarios, incluidos los cortes de carne de res que son producidos a partir del ganado bovino mexicano.
Por ello, la OMC determinó que la medida de COOL es un obstáculo innecesario al comercio internacional, ya que es más restrictivo de lo necesario para cumplir el objetivo de brindar información veraz a los consumidores en Estados Unidos sobre el origen de los productos.
El panel reconoció que las disposiciones de COOL son discriminatorias y contrarias a la obligación de trato nacional, ya que generan condiciones de competencia desfavorables para los exportadores mexicanos. Asimismo, la medida de COOL genera mayores costos que únicamente absorbe el ganadero mexicano y afectan significativamente el precio de sus exportaciones.
Para Estados Unidos el objetivo de imponer los requisitos de COOL, era brindar información a los consumidores sobre el país de origen de los productos que se consumen a nivel minorista o tiendas de supermercado; sin embargo, México señaló durante este procedimiento que el objetivo detrás de esta medida era proteger a la industria ganadera estadounidense.
En el caso de productos cárnicos la medida COOL establece que únicamente la carne de res obtenida de ganado nacido, criado y sacrificado en Estados Unidos, puede ser considerada originaria de aquél país y puede llevar la etiqueta correspondiente. Hasta 2009, la regulación estadounidense consideraba como originaria de ese país la carne producida en su territorio a partir de ganado nacido en México.
México pudo demostrar, durante el procedimiento ante la OMC, que el precio del ganado mexicano era castigado entre 40 a 60 dólares por cabeza de ganado, al momento de su venta en Estados Unidos debido a los costos relacionados con la medida de COOL.
Este panel también recomendó a la OMC que solicite a Estados Unidos poner su medida de conformidad con sus obligaciones adquiridas bajo las reglas de la organización. Como resultado de esta decisión, el Gobierno estadounidense deberá eliminar o modificar la medida COOL para no afectar los intereses comerciales de México.
Conforme a las reglas de la OMC, cualquiera de las Partes en controversia cuenta con 60 días para apelar esta decisión.
Cabe resaltar que México se ubica entre los 10 primeros productores de ganado bovino y becerros del mundo, además de ser el segundo exportador y uno de los principales proveedores de ganado bovino en pie para el mercado estadounidense.
México inició esta controversia en diciembre de 2009, en coordinación con el gobierno de Canadá. Cabe mencionar que Argentina, Australia, Brasil, China, Colombia, Unión Europea, Guatemala, India, Japón, Corea, Nueva Zelanda, Perú y Taipei Chino se sumaron al caso como terceras partes.
La defensa de este caso estuvo a cargo de la Secretaría de Economía, con el apoyo técnico de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG).