El Senado de la República aprobó exhortar al titular del Poder Ejecutivo federal a fin de que presente una propuesta diplomática para negociar un instrumento vinculante que prohíba las armas nucleares y también para que el Ejecutivo incorpore este tema en su agenda internacional prioritaria.
El dictamen con punto de acuerdo advierte que se ha incrementado el riesgo del uso de armas nucleares en el mundo “como consecuencia de la proliferación, la vulnerabilidad de las redes de comando y control nucleares, y el potencial acceso a armas nucleares por parte de actores no estatales, en particular grupos terroristas”.
Añade: “en la medida en la que más países desplieguen más armas nucleares en los niveles más altos de preparación para el combate, los riesgos de uso accidental equivocado, no autorizado o intencional de estas armas crecen significativamente”.
Por esta razón, al proponer un acuerdo multilateral de este tipo, México daría continuidad al trabajo que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) realizó en febrero de 2014, durante la Conferencia de Nayarit, acerca del impacto humanitario de las armas nucleares, señala el dictamen.
Recuerda que “los efectos de una detonación de armas nucleares no están limitados por las fronteras nacionales, por lo tanto es un tema de profunda preocupación compartida por todos”; y advierte que más allá de la muerte y destrucción, una detonación de este tipo dañaría el desarrollo socio-económico, el medio ambiente, la infraestructura y a la población, en especial, a la más vulnerable.
También explica que ningún Estado u organización internacional tiene la capacidad para hacerle frente o proporcionar protección o asistencia humanitaria, en el corto y el largo plazo, en caso de la explosión de un arma nuclear.
Por lo anterior, el Pleno de la Cámara de Senadores aprobó, en la sesión del pasado 28 de abril, un dictamen con punto de acuerdo, a propuesta de la Comisión de Relaciones Exteriores Organismos Internacionales, a partir de la consideración de que México es un país que cuenta con los mayores logros en la diplomacia multilateral.
Expone que el Tratado de Tlatelolco, suscrito en 1967, convirtió a América Latina en la primera región del mundo sin armas nucleares, además de que tuvo una innegable influencia en el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) “que hoy sigue siendo la base del régimen multilateral de desarme nuclear por excelencia”.
El punto de acuerdo establece que es preciso insistir en una nueva estrategia para fortalecer el TNP, además de garantizar la entrada en vigor del Tratado para la Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares y "dar pasos sólidos en la ruta de prohibir definitivamente las armas nucleares".
Argumenta que al prohibir las armas nucleares aumentará la estabilidad en el mundo y la paz entre las civilizaciones que lo habitan.
Asimismo, señala que el ensayo, uso, fabricación, producción o adquisición, por cualquier medio, de toda arma nuclear constituyen acciones contrarias a la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al derecho internacional y al derecho internacional humanitario, por lo que la no proliferación de armas nucleares sólo es posible si se cumplen las obligaciones legales existentes para el desarme nuclear.
Por todo lo anterior, reitera que es necesario que el titular del Poder Ejecutivo federal en México presente una propuesta emanada de distintos foros multilaterales, que propicie la prohibición de armas nucleares, a partir de un enfoque humanitario, cuyos contenidos tracen la ruta hacia un mundo libre de armas nucleares.
“El Presidente de la República debiera asumir personalmente el liderazgo en la presentación de esta iniciativa y darle la prioridad que merece en sus encuentros bilaterales y multilaterales”, concluye.