En México, cada vez que existe solicitud para aplicar el Protocolo de Estambul no siempre se comprueba una violación a los derechos humanos de las personas, la Procuraduría General de la República, PGR, de 2010 al 2014 documentó 540 solicitudes de las cuales 403 exámenes resultaron negativos mientras que el resto fueron positivos en distintos modo de tortura.
El Protocolo de Estambul es un documento que contiene un conjunto de directrices o guía metodológica elaborada por expertos internacionales para investigar y documentar casos de tortura, tratos crueles e inhumanos.
El documento fue presentado al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos el 9 de agosto de 1999 y fue adoptado en el año 2000 por 75 expertos representando a más de 40 organizaciones de 15 países.
Las normas que incluye el Protocolo de Estambul no son de carácter rígido, son aplicables de acuerdo al caso en turno a investigar y algunas de estas directrices serían: Información general del caso, calificación del clínico o los clínicos, historia psicosocial previa a la detención, alegaciones de tortura y malos tratos, exploración física exhaustiva, Historia / exploración psicológica.
En los casos donde se confirman casos de tortura, en nuestro país, los agresores no son investigados ni citados a comparecer y difícilmente se abre una línea de investigación adicional en el proceso del inculpado.
En México existe un rezago en materia de Derechos Humanos y un alto índice en casos de tortura en sus diferentes modos, de acuerdo con la información publicada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el reporte señala a nuestro país con el mayor número de denuncias registrado entre los países del continente americano durante 2014.