La Comisión de Comercio y Fomento Industrial aprobó exhortar a la Secretaría de Economía para que, a través de la Dirección General de Minas, revise las 22 concesiones otorgadas a la empresa First Majestic Silver Corp para la explotación de minerales en el territorio sagrado huichol de Wirikuta, en San Luis Potosí.

Al respecto, el senador por Nayarit Francisco Javier Castellón Fonseca dijo que no sólo se trata de pedir el por qué se autorizaron permisos en una zona minera y sagrada, sino también se vela por la afectación a 20 mil indígenas hicholes de 11 municipios de Nayarit, Jalisco y Durango.

Indicó que es necesario que las instancias federales y locales de San Luis Potosí revisen si las concesiones y permisos otorgados, así como las obras que se llevan a cabo, y las que se pretenden desarrollar, no violan la legislación mexicana o instrumentos internacionales como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

De ser aprobada la propuesta por la Cámara alta, la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnat), deberá entregar el estudio de impacto realizado en el desierto de Real de Catorce, en San Luis Potosí para autorizar la explotación minera en dicho lugar.

“No podemos permitir que la ruta ancestral seguida por los wixaritari sea dañada, pues se afectaría de manera irreversible a una de las culturas sobrevivientes del periodo clásico mesoamericano”, comentó el legislador por Nayarit.

Recordó que el 9 de junio de 2001, Wirikuta y la ruta histórica de peregrinación Wixárika o huichol, fue declarada Sitio Sagrado Natural, al reconocerse 140 mil 211.85 de sus hectáreas, y se decidió proteger la ruta que comprende un total de 138 kilómetros.

El también integrante de la Comisión de Comercio y Fomento Industrial destacó que a mediados del año pasado, el gobierno federal otorgó a la empresa trasnacional First Majestic Silver Corp, 22 concesiones mineras, con un costo de 3 millones de dólares, en una extensión de terreno de 6 mil 326.58 hectáreas, las que incluyen territorio por donde pasa la peregrinación de los wixaritari, así como su lugar sagrado Wirikuta.

“Debemos valorar más la riqueza cultural que la material, hacer a un lado los posibles beneficios económicos; por el contrario, debemos sobreponer a ellos nuestro patrimonio cultural, nuestras costumbres, valores y a los pueblos indígenas, pues son ellos los que nos permiten mantener nuestras tradiciones, identidad, cultura y esencia de nación multicultural”, concluyó.