El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) informó a la Cámara de Diputados que en México el 46.1 por ciento de las mujeres de 15 años y más han sufrido algún incidente de violencia de su pareja, mientras que su mayor participación en los últimos 40 años en el ámbito laboral no ha traído aparejado una igualdad real en sus condiciones ni en el reparto de obligaciones domésticas y del cuidado.

De igual modo, precisó que la participación de las mujeres en la política a nivel federal presenta avances. Tan sólo, la representación femenil en la Cámara de Senadores en 2012 alcanzó 33.6 por ciento y en la de Diputados, 36.8 por ciento.

Sin embargo, en los poderes locales, representados por las presidencias municipales, la participación en 2013 fue de apenas un 6.9 por ciento, en tanto que su presencia en los poderes ejecutivos de los tres órdenes de gobierno se encuentra lejos de la paridad, pues del total de personas en puestos directivos superiores, las mujeres no alcanzan ni un 24 por ciento.

El pasado 27 de noviembre el Pleno Camaral aprobó un dictamen con punto de acuerdo, para que el Ejecutivo federal establezca las acciones pertinentes a fin de que las mujeres conozcan y hagan uso de las instituciones y los instrumentos que ya existen para defender sus derechos político-electorales y, si son víctimas de discriminación o violencia, denuncien, demanden e impugnen.

Los diputados precisaron que la participación de las mujeres es creciente, pues en la LXII legislatura se registró en esta Cámara un número histórico de 185 diputadas, es decir, 37 por ciento de las 500 curules.

Mencionaron que la violencia contra las mujeres es una grave violación a sus derechos humanos y, algunas de sus manifestaciones, constituyen delitos que deben ser perseguidos y sancionados por los órganos responsables de la procuración e impartición de justicia, garantizando a las víctimas la reparación del daño.

En el documento publicado en la Gaceta Parlamentaria, el Inmujeres destacó que a pesar del avance en la legislación que tutela los derechos de las mujeres, éstas todavía no pueden ejercerlos plenamente, pues siguen siendo víctimas de discriminación y violencia.

Afirmó que garantizar el pleno ejercicio de los derechos a las mujeres y niñas mexicanas, vivir en la igualdad, convivir en armonía en un país libre de violencia, es el reto que se debe enfrentar.

Con ese objetivo, dijo, se incorporó por primera vez la perspectiva de género en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 (PND) como un eje transversal para las metas nacionales.

Resaltó que en la presente administración se emprenderá una transformación a fondo en favor de las mujeres, desde el Poder Ejecutivo, para articular acciones con los otros Poderes de la Unión y órdenes de gobierno, que promuevan el desarrollo integral de las mujeres bajo los principios democráticos de igualdad y no discriminación.

México, mencionó, tiene hoy un andamiaje social construido con el esfuerzo de cientos de mujeres, muy favorable para que puedan ejercer con plenitud sus derechos y acceder en los hechos a la igualdad sustantiva.

“Tenemos reformas en materia de derechos humanos, una ley de igualdad entre mujeres y hombres, una contra la discriminación, y otra para vivir una vida libre de violencia; existen mandatos que obligan al diseño de políticas públicas que combatan la exclusión con acciones afirmativas a favor de las mujeres, y hay cientos de organizaciones, públicas y privadas, que han incorporado la perspectiva de género en su quehacer institucional”, agregó.

Esa situación, manifestó, genera un ambiente propicio para emprender los profundos y transformadores cambios que requieren las mujeres mexicanas. “Queremos participar en la construcción de nuestro futuro y en la elección de nuestro destino. No sólo queremos estar presentes, queremos estar presentes con paridad en todos los espacios”, añadió.

El Inmujeres mencionó que para cimentar la Política Nacional de Igualdad, “se suma de manera decidida a los esfuerzos con los de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, especialmente para garantizar que el presupuesto federal etiquetado se invierta en alcanzar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres y garantizar la inversión de los recursos en programas y proyectos que realmente beneficien a las mujeres mexicanas”.

Se pronunció para comprometer a los gobiernos locales para que impulsen la igualdad sustantiva, que les den voz a las mujeres, que las incorporen con paridad en la toma de decisiones. “Queremos estrechar lazos y reforzar compromisos con los mecanismos para el adelanto de las mujeres en las entidades federativas y en los municipios; uno de los objetivos prioritarios es la consolidación de los institutos municipales y estatales de las mujeres”.

Es necesario impulsar acciones afirmativas en favor de las mujeres en todos los sectores, planes y programas de gobierno, como medidas de carácter temporal que permitan avanzar mucho más rápido en cerrar las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres, indicó el Inmujeres.

Resaltó que el Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y no Discriminación contra las Mujeres (Proigualdad) 2013-2018, será la piedra angular de una transformación sin precedente para las mujeres en México.