La senadora Martha Tagle presentó una iniciativa que tiene como propósito garantizar en la toma decisiones del Poder Judicial de la Federación a través del principio de paridad de género. Indicó que al día de hoy, a nivel mundial los compromisos para lograr el equilibrio entre mujeres y hombres en los puestos de liderazgos no han sido cumplidos.

Mencionó que en la actualidad solo se cuenta con 14 mujeres jefas de Estado, lo que representa el 9% del total de los países. En América Latina la participación de las mujeres en la toma de decisiones también muestra niveles bajos en las tres ramas de los poderes públicos (ejecutivo, legislativo y judicial).

“Recientemente ONU mujeres ha señalado dentro del llamado a la acción que a este ritmo se necesitarían 81 años para lograr la paridad de género en el lugar de trabajo, más de 75 años para alcanzar igual remuneración entre mujeres y hombres, por el mismo trabajo realizado y más de 30 años para lograr el equilibro en los puestos de toma de decisiones”.

En México desde que las mujeres son electas, ninguna ha ocupado la titularidad del poder Ejecutivo, ni ha podido presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en el ámbito legislativo en tan solo una ocasión una mujer ha asumido la presidencia de la mesa directiva del Congreso.

Tagle, destacó que en el Poder Judicial, la participación de las mujeres es desequilibrada frente a los hombres. A lo largo de 55 años y hasta la fecha, solamente han podido acceder al máximo órgano de justicia de nuestro país, 10 mujeres. En tanto la conformación  del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación se conforma con 7 magistrados, de los cuales tan solo una es mujer.  En el caso de los 395 jueces federales  de distrito, solo 96 son mujeres y los restantes 299 hombres. En el ámbito de los magistrados de circuito de un total de 740 son hombres 610 y 130 mujeres.

Señaló que el reconocimiento de la participación de las mujeres en los espacios del Poder Judicial se ha caracterizado por ser un proceso lento y tardío. No es una cuestión de que las mujeres representen a las mujeres, sino de dar a las mujeres las mismas posibilidades de influir en el destino común con los hombres.

“No podemos esperar otro siglo para representar en los órganos que velan por la justicia de este país, es necesario legislar a favor del empoderamiento de las mujeres en condiciones de igualdad.  Hoy en el Senado tenemos la oportunidad de acceder a una democracia paritaria, de revertir esa situación y hacer que más mujeres lleguen a ocupar cargos”, concluyó la legisladora.