Por Leticia Puente Beresford
Nueva York.- Septiembre 2013.- Frente a la sede de la ONU, José Ávila, esposo de la comandanta de la policía comunitaria de Olinalá, Guerrero, Nestora Salgado, asegura que el encarcelamiento de la mujer es un asunto político, fraguado por las autoridades mexicanas, por lo que él realiza una huelga de hambre, recoge junto con sus hijas firmas de apoyo en las calles aledañas al organismo internacional, en espera de que el gobierno intervenga para liberarla, ya que es también ciudadana estadounidense.
Nestora Salgado fue detenida por la Marina mexicana en Olinalá, el 21 de agosto,sin ninguna orden judicial de presentación o arresto, y durante cuatro horas la trasladaron por carretera, resguardada por 30 camiones de la Marina, rumbo a Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, de donde la llevaron en helicóptero a Acapulco y de ahí en avión rumbo a Nayarit, todo en menos de 10 horas.
Fue ahí recluida en el Penal de alta seguridad de El Rincón, en la capital nayarita, donde le dictaron auto de formal prisión el 22 de agosto, por el delito de secuestro contra un funcionario municipal y otras tres personas, cargos que su familia niega, al tiempo que denuncia que su detención viola el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre pueblos indígenas, así como leyes mexicanas relativas al debido proceso.
Nestora, quien nació en México, pero que también es ciudadana estadounidense, fue nombrada como Comandante de la Policía Comunitaria de Olinalá.
La hija menor de Nestora, Grisel Rodriguez, mantiene comunicación con el secretario de una congresista en Washington, quien revisará la Ley 701 del estado de Guerrero, el artículo 2 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo en el marco de la declaración de Naciones Unidas sobre los pueblos indígenas, para determinar una posible intervención.
--¿Y el gobierno mexicano que les dice? --preguntamos a José Ávila.
-- El gobierno mexicano es quien esta atrás de esto, por eso necesitamos el apoyo de Estados Unidos. El gobierno mexicano es una mafia. Por eso inicié el miércoles pasado mi huelga de hambre.
-- ¿Que esperan de las Naciones Unidas?
-- Que alguien voltee a ver a Guerrero, porque mi esposa lo único que trataba de hacer era un bien para su comunidad y lo estaba logrando. Los únicos inconformes son las gentes del pueblo que están con el mismo gobierno y los del crimen organizado.
Añade su hija: las autoridades no han dado una respuesta clara sobre su detención y los medios dicen varias cosas. Nosotros supimos de su paradero porque empezamos a hablar por teléfono a la embajada de Estados Unidos en México. A Nestora Salgado la tuvieron escondida, sin respetar la Convención de Viena. La arrestaron a fuerza, sin dar aviso al cónsul estadounidense, pese a que ella pidió hablar con él. Tampoco la dejaron declarar que es también ciudadana estadounidense.
OLINALÁ Y EL CRIMEN ORGANIZADO
José Ávila explica que robos y secuestros ha habido en Olinalá siempre, pero desde que entró como presidente municipal Eusebio González, el crimen se disparo como al 200 por ciento. El pueblo es pequeño, todos se conocen y saben que junto con él llegaron como cinco sicarios montados en moto, y la gente los miraba platicando con los policías.
Su hija Saira Rodriguez añade: el 27 de octubre agarraron a uno de los sicarios y en la plaza lo amarraron, para que vinieran por él las policías competentes. El muchacho sicario declaró que el Presidente municipal les había vendido la plaza en tres millones de pesos. No hubo ningún arresto, ni acta, ni nada, porque el mismo presidente municipal lo ayudó a salir del municipio, con todo y la policía municipal.
El gobierno de México, continúa Ávila, no puede proteger a todos, ni puede garantizar la seguridad de Chilpancingo, donde la gente se queja de robos y secuestros, y eso que es la cabecera del estado...
--Pero dicen que su esposa es peligrosa...
--Eso dice el gobierno, que es muy peligrosa. Yo sé que es fuerte, que está sufriendo. Ella sabe que no estaba haciendo nada malo, hay cientos de foto en la Internet y videos de cuando ella hablaba con la gente, nunca la va a ver con un arma, sino con un papel o un micrófono, hablando con la gente, con documentos en la mano. Esa es la mujer peligrosa.
--Su peligrosidad fue enseñarle a la gente sus derechos --agrega su hija—a la gente indígena, como por ejemplo a las mujeres porque sus maridos les quitan sus dos mil pesos que les dan cada dos meses con los programas del gobierno. Les enseñó que el poder está en la unión del pueblo, porque la policía comunitaria no son gobernantes que quieran enriquecerse a costillas de la gente humilde. Pero las autoridades se refieren a la Policía Comunitaria como gente indígena, ignorante, que no tienen autoridad para castigar a una persona, menos aún si esta es autoridad.
Hay una grabación de video donde ella está con el Gobernador, tenemos un acta firmada por él, porque reconoció a la CRAC y la policía comunitaria está respaldada por la CRAC. Todo esto, respaldado también por la Ley 701 del estado de Guerrero, que indica que si el gobernador no te puede dar seguridad, los pueblos pueden organizar su seguridad. El gobernador hasta declaró heroica la actuación de la Policía Comunitaria, y ahora le hace esto...
El conflicto detonó en el pueblo cuando hace como mes y medio arrestaron a un pariente del presidente municipal por una vaca robada, que estaba ya destazada en sus camioneta, con todos sus papeles legales para transportarla. Días más tarde arrestaron al síndico del pueblo por el presunto asesinato de dos campesinos, pero Nestora no estaba entonces en el pueblo. Los familiares de las víctimas habían ido con el síndico para que las autoridades les ayudaran a recoger los cadáveres porque tenían miedo, pero de todo eso se enteró ella hasta que llegó a Olinalá.
--¿Tiene esperanza de que el gobierno de Barack Obama haga algo para ayudarle a sacar de la cárcel a su esposa?
--Eso espero—responde Ávila-- porque mi esposa no ha cometido ningún crimen, esto es un asunto político.
--Pero ni el Ministerio Público del pueblo se quiere involucrar –dice su hija—le declararon el formal prisión antes de las 144 horas que dan para demostrar su inocencia. No nos han dejado mostrar y demostrar ninguna evidencia a su favor, a pesar de que tenemos papeles. El juez no lo permite. Nada más la encarceló.
Las autoridades mexicanas quieren presentar a México ante el mundo como un país de leyes y derecho, lo que es pura mentira: te agarran, te apresan te tienen dos, tres años presa, bajo pruebas falsas y luego te sueltan diciéndote: disculpe, no hay nada en contra de usted. Así han actuado por años y más años.
Por eso estoy haciendo mi huelga de hambre –remata Ávila—para exigir la libertad inmediata de mi esposa y que cese el hostigamiento del gobierno dentro de las comunidades indígenas. La comunidad indígena ha sufrido demasiado: hambres, extorsiones ahora, secuestros, llegan y les matan a familiares o te dicen “te doy 20 minutos para que me dejes la casa”, y usan el terreno para sembrar mariguana o para hacer drogas. Y encima el gobierno está hostigando, malográndoles la vida con soldados y con la Marina. Por eso la gente lo único que quiere es defenderse, se anda defendiendo prácticamente con piedras y palos, así andan formando sus policías comunitarios.