Al participar en la XXVI Reunión Anual de Embajadores y Cónsules de México, el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Miguel Barbosa Huerta, aseguró que la labor de promoción y divulgación de las reformas estructurales de 2013 y 2014 es muy importante, pues son productos legislativos del Estado mexicano que deben ser apoyados y promovidos ante el mundo.
La tarea del cuerpo diplomático no es únicamente fijar la “perspectiva de uno de los Poderes, sino desde los intereses y perspectivas que caracterizan la pluralidad de nuestro país”, agregó.
Barbosa Huerta resaltó que la perspectiva del país no es positiva. Sin embargo, reconoció que “sería un error considerar que todo es culpa del Ejecutivo”, y que es necesario que el Poder Judicial y el Congreso realicen un ejercicio de autocrítica, que los legisladores y quienes encabezan las cámaras hagan un ejercicio de autocrítica.
En el Senado estamos listos para la autocrítica y para superar la situación actual del país, resaltó.
En este contexto, el legislador precisó que para el Senado es muy importante analizar y evaluar la política exterior, por lo que informó que junto con la Secretaría de Relaciones Exteriores se organiza un gran foro internacional en el que se evaluará la política exterior que México desarrolla en cada país. “Queremos desde el Senado hacer un verdadero análisis y evaluación de la política exterior”.
Acompañado del Secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña; y del coordinador de Asuntos Internacionales de la Conferencia Nacional de Gobernadores, Eruviel Ávila; el senador Barbosa Huerta refirió que la agenda nacional cuenta con tres acciones fundamentales: mejorar el ingreso de las familias, la seguridad, la justicia, los derechos humanos y el combate a la corrupción; y mantener la normalidad democrática.
Este 2015, agregó, es un año de retos y entre ellos cuestionó ¿Cómo mantener la vigencia del Estado de Derecho, estabilizar la economía, propiciar el crecimiento económico y realizar las acciones en condiciones de normalidad democrática?
Puntualizó que año se pondrá a prueba la generación de confianza y credibilidad de la sociedad en las instituciones. Respecto al caso Iguala-Cocula, consideró previsible que genere mayor presión y exigencia. Por eso, los esfuerzos institucionales deben llegar a fondo en las investigaciones, pues existen las condiciones para que las autoridades respondan de cara a la opinión pública nacional e internacional, señaló.
Desde el terreno legislativo, dijo, se debe terminar la construcción de un sistema anticorrupción y los gobiernos federal y locales podrán demostrar a la población su voluntad para combatir la corrupción.
En materia económica se debe dar un cambio sustancial, el proyecto económico, debe acentuar el aspecto social y puntualizar la creación de más trabajos y mejor remuneraciones.
Finalmente, resaltó la importancia de las elecciones de junio porque se realizan con nuevas reglas electorales, nuevos árbitros y con mayores niveles de fiscalización y transparencia electoral, lo que se suma al contexto de conflictividad social en varias regiones del país.
“Más allá de estos fenómenos regionales, en este proceso el sistema electoral mexicano enfrenta uno de sus mayores retos, blindar las elecciones de la infiltración del crimen organizado. Ése es el reto”.
En este sentido, en los procesos de selección de candidatos, los partidos políticos deben demostrar que son capaces de mantenerse ajenos a los embates de las bandas delincuenciales. “Lo que está en juego no es solamente un conjunto de gubernaturas y la integración de la nueva legislatura de la Cámara de Diputados. Lo que se define es la credibilidad en los partidos y en las instituciones democráticas de México”, subrayó.