En la última década el salario base de cotización real creció en promedio 0.8 por ciento anual y no ha recuperado el poder de compra que tenía antes de la crisis de 2008, pues de abril de ese año al mismo mes de 2012 se acumuló una pérdida real de 1.0 por ciento, lo que se traduce en 75 pesos menos en el ingreso mensual de los trabajadores del sector formal.
Lo anterior se desprende del Boletín Económico de Coyuntura (BEC), publicado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, correspondiente a la semana del 21 al 25 de mayo de 2012, el cual destaca:
“El bajo crecimiento de los salarios pareciera sugerir que el modelo económico ha basado su competitividad en una mano de obra barata; sin embargo, el crecimiento del mercado interno depende del incremento sostenido del ingreso laboral y si los salarios siguen deprimidos, las familias no podrán expandir su gasto y el crecimiento económico de México seguirá dependiendo del sector externo”.
Indica que la tasa de desocupación descendió, aunque de forma lenta, hecho que se encuentra en línea con el salario base de cotización que no ha logrado recuperar el nivel del poder de compra que tenía antes de la crisis, por lo que los salarios siguen deprimidos.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, el salario base de cotización promedio en abril se ubicó en 258.4 pesos al día, es decir 7 mil 751 pesos al mes, lo cual, “comparando con el año anterior y descontando el efecto de la inflación” refleja un crecimiento de 54 pesos al mes. Con ello se logró el mayor avance de los últimos seis meses, con una tasa de 0.73 por ciento, precisa.
Además, advierte que el ritmo de disminución de la Tasa de Desocupación (TD) ha sido lento e insuficiente y tardaría más de tres años en recuperar su nivel anterior de 2007, si persiste la tendencia actual.
En este sentido, y con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se explica que la TD en abril fue de 4.86 por ciento de la población económicamente activa, lo que representó una disminución de 0.23 puntos porcentuales, en su comparación anual.
Subraya que eliminando el efecto estacionario, en abril de 2012 este indicador se ubicó en 4.98 por ciento, reflejando una reducción de 0.14 puntos porcentuales respecto al mes anterior.
Refiere que la subocupación y la informalidad presentaron un saldo positivo, pues la primera pasó de 8.61 por ciento en abril de 2011 a 8.59 por ciento en mayo, y la segunda pasó de 28.92 a 28.66 por ciento, en el mismo lapso. “El único indicador que no tuvo mejoría fue la tasa de desocupación en zonas urbanas, que creció de 5.43 a 5.87 por ciento en el último año”.
De acuerdo con información del INEGI, agrega, en la primera quincena de mayo de 2012 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo una reducción de 0.48 por ciento respecto a la segunda quincena de abril, con una variación anual de 3.71 por ciento, mientras que en la primera quincena de abril de 2012 había sido de 3.40 por ciento, lo que implicó un repunte de la inflación.
Asimismo, se menciona que el índice de la canasta básica de consumo tuvo un decremento quincenal de 1.15 por ciento en el periodo de análisis, mientras que en la misma quincena de mayo de 2011 había caído 1.54 por ciento. En términos anuales el incremento fue de 6.28 por ciento.
De igual forma, la información del INEGI revela un crecimiento en la economía de 4.63 por ciento real en el primer trimestre de 2012, lo que implicó una ligera recuperación en la distribución del ingreso per cápita, reflejada en las ventas de establecimientos comerciales que reportaron una leve mejoría, a pesar de que las remuneraciones de los establecimientos comerciales al menudeo continuaron a la baja.
En este sentido, el boletín apunta que en el primer trimestre del año el Producto Interno Bruto (PIB) fue de 14 billones 943 mil 315 millones de pesos, lo que implicó un crecimiento nominal de 10.05 por ciento con relación al mismo trimestre de 2011.
Ello resultó de un aumento del PIB real de 4.63 por ciento y de un incremento de precios implícitos del producto de 5.18 por ciento, por lo que se observa que esa elevación de precios en toda la economía fue mayor al observado por el INPC, que tuvo una inflación general anual promedio de 3.88 por ciento en el trimestre que se analiza.
En este mismo periodo, el PIB real, el cual elimina el efecto inflacionario, alcanzó los 9 billones 209 mil 366 millones de pesos a precios constantes de 2003, por lo que el PIB real per cápita fue de 80 mil 356.65 pesos, mayor 3.36 por ciento al nivel observado en el mismo trimestre de 2011, que fue de 77 mil 748.06 pesos.