En México aún persisten desigualdades entre hombres y mujeres, por lo que se deben tomar medidas a fin de abatir la brecha de género, sobre todo en materia económica, por lo que las mujeres deben tener acceso igualitario a financiamiento y crédito, propuso la senadora Lucero Saldaña Pérez, al presentar una iniciativa de reforma a la Ley General de Sociedades Cooperativas y a la Ley de la Economía Social y Solidaria.
La legisladora por Puebla expuso que para avanzar en el empoderamiento económico de las mujeres, se deben tomar medidas que reduzcan la disparidad en el financiamiento y acceso al crédito público y privado, de aquellas que conforman sociedades cooperativas.
Es, a través de las sociedades cooperativas, como las mujeres podrán superar las barreras a las que se enfrentan y, al mismo tiempo, apoyar a las pequeñas productoras que hay en el país, añadió.
Este tipo de agrupaciones -las sociedades cooperativas-, resaltó la senadora Lucero Saldaña, pueden responder a las necesidades prácticas y estratégicas de las mujeres, ya que les permite organizarse de un modo efectivo para mejorar su situación de vida mediante la inserción al trabajo, a los servicios de ahorro, crédito, salud, vivienda, financiamiento, entre otros.
Conforme a datos de la Alianza Cooperativa Internacional, las sociedades cooperativas dan empleo a más de 100 millones de personas, lo que representa el 20 por ciento con respecto al total de empleos generados por empresas multinacionales.
Respecto a la desigualdad en el desempeño laboral, el tiempo de trabajo remunerado en México, lo hacen principalmente los hombres, ellos dedican 45 horas, mientras que las mujeres sólo 20, informó la legisladora Saldaña Pérez.
Las cifras son reveladoras de este situación en México, dijo la senadora al ejemplificar que las mujeres sólo representan el 16 por ciento del sector empresarial; una vez establecidas sus empresas, la principal fuente de financiamiento es la reinversión de ganancias, el ahorro personal y los créditos de proveedores, y cerca del 100 por ciento que solicita un préstamo, saldan la totalidad de su deuda, “Las mujeres somos buenas pagadoras”, enfatizó.
Más aún, aclaró, el 29.2 por ciento de las mujeres en el país, no cuentan con ingresos propios, por lo que dependen económicamente de los ingresos generados por otros, por lo que aún cuando hay políticas públicas que apoyan a las mujeres a ser más productivas y a ser económicamente activas, faltan mecanismos generadores de oportunidades que les faciliten su inclusión en la economía y eleven su calidad de vida.