México debe conocerse desde la perspectiva regional. El país tiene una enorme diversidad que lo enriquece y, reconocerlo, significa también un avance sustantivo en muchos aspectos de la vida social y política del país”, aseguró Carlos Martínez Assad, Premio Nacional de Ciencias y Artes 2013 en el área de historia, ciencias sociales y filosofía.
El historiador consideró que el Premio Nacional reconoce las propuestas que ha hecho para entender mejor al país, particularmente a través de la historia regional y las formas inéditas de investigación que fue construyendo a lo largo de su carrera y de las investigaciones que ha realizado.
Una de esas propuestas, añadió, fue la introducción de los archivos regionales y locales para la construcción de una historia alternativa, así como darle importancia a documentos que no han sido muy usuales para hacer historia como las imágenes, en particular la fotografía y el cine.
“Es un reconocimiento a esa historia que pretende ser una opción a la historia oficial, a la que hemos estado más acostumbrados, la construida desde el positivismo, asimismo al avance de la historiografía mexicana que ha tenido impactos importantes”, indicó el miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.
Carlos Martínez Assad dijo que la imagen ha adquirido la misma relevancia que un documento escrito en varios de los trabajos que ha realizado, lo cual califica de importante en un país como México, que cuenta con archivos visuales de una extrema riqueza.
“El Archivo General de la Nación alberga acervos fotográficos de gran interés que no han podido ser trabajados porque no se cuenta con el presupuesto que se requiere”.
Desde la perspectiva del Investigador Emérito del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el premio representa un apoyo a una investigación que de manera explícita se alejó de los planteamientos centralistas de la historia, para buscar otras expresiones de lo que es nuestro país en la actualidad.
Añadió que esta propuesta alternativa va más allá de la historia que habla de héroes y grandes batallas e insistió en que la historia es la que hacemos todos y todos los días desde diferentes emplazamientos.
“No se requiere ser un héroe de estos que suelen ser representados en bronce, la historia la construyeron muchas personas, muchos movimientos que no necesariamente coincidían con la lo que era la propuesta hegemónica del gobierno en curso, que generalmente se centraba en la Ciudad de México”.
En este mismo sentido, el prolífero autor reiteró que la historia debe verse con todos sus matices, con todos los factores que puedan ser importantes para definir el pasado y ayudarnos a entender nuestro presente.
“México constitucionalmente –describió- es un país federal y, sin embargo, he insistido en mi trabajo y lo he demostrado, que es una nación más centralizada que cualquier otra. El índice de centralización de este país es absolutamente apabullante, por ejemplo, en la Ciudad de México se genera más del 20% del Producto Interno Bruto nacional, concentra alrededor del 10% de la población total del país, en un perímetro de poco más del 1% del territorio total nacional”.
Añadió que esto también se expresa en otros aspectos como en el sistema hospitalario nacional concentrado también en la Ciudad de México; así como el mayor porcentaje de la investigación científica y humanística del país, las cuales se conjuntan en las más grandes universidades.
“La problemática que vivimos tiene que ver con esa postura política que ha reforzado la idea de que todo tiene que concentrarse en la parte más pequeña del país. Insisto, 1% del territorio nacional alberga todo eso de lo que estamos hablando, es absolutamente ilógico”.
Para Martínez Assad esta tendencia tiene que ver completamente con la voluntad política, ya que a lo largo de la historia se ha replicado el modelo centralizador, el cual se va expresando también en otras partes del territorio nacional.
Para ejemplificar lo anterior, mencionó que en cinco municipios de Jalisco se concentra y se dispone del 80% del PIB estatal, es decir, cien municipios viven con el 20% restante. “Entonces es un modelo que se va reforzando en toda la estructura nacional. Lo mismo que sucede en el plano nacional ocurre en cada una de las partes del territorio”.
Los retos
Uno de los retos nacionales, consideró Martínez Assad, es que este país para desarrollarse tiene que descentralizarse, ya que no se puede, por más que se intenta, lograr una distribución equitativa.
Un segundo punto es apoyar todos los acervos que hay en México, de lo contrario la investigación tendrá que asumir las consecuencias porque habrá momentos en los que ya no se va a contar con aspectos de esa memoria que se van perdiendo inexorablemente.
“México es un país de cultura muy paternalista, se extiende en todos los ámbitos, el gobierno central ha visto de manera muy protectora a las entidades federativas, y les transmite que todo tiene que ser regulado desde el centro”.
Comentó que desde la parte optimista surgen proyectos culturales en las entidades, en las regiones, lo que les va dando un perfil, por ejemplo en Oaxaca, Morelia, Guadalajara, pero este impulso aún resulta insuficiente al prevalecer la visión centralista del Estado.
Carlos Martínez es autor de una vasta producción literaria, entre la que destacan publicaciones como “La ciudad de México que el cine nos dejó”, “La patria en el Paseo de la Reforma”, “Rescate de San Agustín”, “¿Cuál destino para el DF? Ciudadanos, partidos y gobierno por el control de la capital”, “Los sentimientos de la región”, entre otras que reflejan el trabajo del científico social en torno a la regionalización que aborda en su investigación.