“Con la declaratoria de constitucionalidad de la reforma en materia político-electoral nos espera un cambio de nombre que costará millones y millones de pesos, un lejano escritorio que decidirá sobre la elección de los consejeros electorales de los órganos estatales electorales, la elección de los 11 integrantes del nuevo Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) y tres meses para emitir legislación secundaria”.
Así lo enumeró la diputada federal Lilia Aguilar Gil, quien después abordó el tema durante la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, donde se dio la declaratoria de constitucionalidad a la Reforma Política-Electoral.
Dijo que el simple cambio de nombre significará y representará para los ciudadanos un gasto que considero absurdo pues no solo se deberá cambiar la propaganda, sino también crear en los ciudadanos una lógica de conciencia de quién es quien organiza y quién es quién debe de llevar a cabo las elecciones en este país.
De acuerdo a la nueva normatividad, el Consejo General del INE deberá elegir a los consejeros electorales de los órganos locales, lo cual, no hace más que centralizar la elección, pasando por alto la soberanía y autonomía de los estados.
“No podemos permitir que triunfen las ideas centralistas que buscan acabar con esta sana convivencia entre poderes. Qué es lo que va a pasar con los estados, cuál respeto a la soberanía y a la autonomía de los estados. Esto lo único que causa es centralismo, pues tampoco le quita la mano a los gobernadores en la determinación de los consejeros locales. Por esta y otras razones es que en el PT votamos en contra”, indicó.
La legisladora de Chihuahua recordó que la Cámara de Diputados no ha podido siquiera elegir a los consejeros faltantes del actual Consejo General, por lo que la elección del nuevo, con sus 11 integrantes, será un reto mayúsculo, además de que ahora también intervendrán la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.