Rumbo a las presidenciales

Por Salvador Flores Llamas

Medio mundo ve los recientes cambios del gabinete en México como un refuerzo del futurismo priista, por más que el presidente Enrique Peña Nieto haya dicho que hay que esperar.

Mientras tanto, en EU las precampañas están muy avanzadas sobre todo por los denuestos de Donald Trump contra México, los ilegales, las mujeres y los afroamericanos.

En el vecino del norte ya es intenso el debate porque las primarias arrancarán en enero y la elección constitucional será en noviembre de 2016; aquí en México el destape será a fines de 2017 y la elección en julio de 2018, por eso hay más tiempo.

Peña Nieto amplió su baraja, ya no la forman sólo sus (hasta hoy) favoritos Videgaray y Osorio, pues agregó a Manlio Fabio Beltrones Rivera, muy a pesar de éstos, al ponerlo al frente del PRI; a Aurelio Nuño, jefe de la oficina presidencial, y al ex canciller Juan Antonio Meade.

Los expertos dicen que a éstos los puso en sitio preferente del arrancadero, porque en la SEP Nuño manejará el mayor presupuesto y sólo tiene que consolidar la Reforma Educativa, saboteada por la CNTE, que recibió tan aplastante “estate quita” que los profes ya le quitaron atribuciones a su líder Rubén Núñez.

Meade fue enviado a darse baños de pueblo y a recorrer pueblos y ranchos para impulsar la Cruzada Nacional contra el Hambre y favorecer a los más necesitados con cataratas de recursos, como un Santa Clos, pero sin garras perredistas, lo que puede darle gran popularidad.

Peña Nieto amplió la baraja con que juega a la sucesión, y Videgaray (al ver que sus posibilidades personales menguan) hizo lo mismo: Nuño puede resultar eficaz con la cumbre de las reformas estructurales, la Educativa, y Meade, en un momento dado, puede ganar preferencias entre panistas, pues fue un secretario eficaz de Calderón, en Energía y Hacienda.

Ambos tienen fama de honestos y no les han descubierto corruptelas, lo que será importantísimo porque en la campaña presidencial la corrupción será un tema primordial, y las casas de Peña Nieto, de Angélica Rivera y Videgaray y las que también se atribuyen a Osorio, adquiridas mediante un contratista predilecto del gobierno de Hidalgo, serán pasto de críticas.

@chavafloresll