Por Guillermo Pimentel Balderas
Alrededor de 100 manifestantes de varias agrupaciones y sindicatos, encabezados por normalistas del estado de Michoacán, se apostaron en la entrada principal del edificio del PRI nacional –en Insurgentes Centro-para advertir a su dirigencia que “no se metan con los michoacanos”.
Integrantes de varias normales de Michoacán, de la CNTE, del SME y de los “macheteros” de Atenco, entre otras, luego de que terminara el mitin de protesta en contra del PRI y del Gobierno priista de la entidad, un grupo de jóvenes cortaron las cadenas – a machetazos- de uno de los portones del inmueble que da a Insurgente Centro, penetraron retando a los elementos de seguridad, que resguardados al interior del edificio, mejor permanecieron indiferentes.
Los rijosos destruyeron varios macetones que adornaban la placita donde se encuentra el busto de Luis Donaldo Colosio Murrieta, y tomaron los pedazos de barro para utilizarlos como proyectiles y lanzarlos a puertas y cristales del edificio “viejo” del partido, al tiempo de retar a los priistas que se asomaban por las ventanas.
Los intrusos a las instalaciones del PRI, querían pelea, pero nadie salía a enfrentarlos y fue hasta que un normalista indujo a sus compañeros a retirarse, tras de que se dio la alerta de que los elementos de la policía del DF, estaban prestos a entrar en acción para resguardar el edificio priista.
Sin embargo, no fue necesaria la acción de la policía capitalina, debido a que los manifestantes se retiraron, no sin antes con silbidos, señas y a coro, advertir a los priistas que regresarían.
Luego de un tiempo, nadie podía entrar o salir del PRI, hasta nueva orden (¿?). Sólo dejaron que pasaran militantes o trabajadores del partido. Temían por el regreso de los normalistas y compañía.
Varias personas que eran “visitantes” no pudieron entrar y sólo se concretaron a comentar que “el miedo no anda en burro”.