Por Guillermo Pimentel Balderas

Con buenos propósitos de año nuevo, industriales y productores de arroz del país se encuentran muy motivados y con un buen ánimo para trazar la ruta de la recuperación de este cereal a partir de 2013, luego de ser este sector en los últimos años ignorado y muy golpeado, señaló Luis Bueno Torio, presidente del Consejo Mexicano del Arroz (CMA).

El dirigente del CMA indicó que a pesar de que se ha perdido la participación de muchos arroceros–alrededor de 2 mil-, hoy ven con muy buenos ánimos el cambio en el gobierno federal, esperando tener funcionarios más sensibles a la problemática de los productores de granos básicos, pues consideró que hubo ideas equivocadas en las anteriores administraciones, ya que solo se privilegió a unos cuantos cultivos, pero se descuido el entorno social, de comunidades que durante décadas han vivido de esa actividad, precisó.

En entrevista, Bueno Torio explicó que en el CMA hay 17 industriales y cerca de 4 mil productores, pero que de éstos últimos cerca de 2 mil inactivos se “fueron” a otros cultivos –caña de azúcar, maíz, sorgo y soya, entre otros-, porque hubo mayores apoyos y mejores precios; entonces, tienen la confianza de estar en una etapa en que al arroz le va a llegar su momento, ya que sus precios son más estables y eso es una buena oportunidad para hacer regresar a esos productores peregrinos al cultivo de este cereal, lo que daría la oportunidad en un par de años duplicar lo que están produciendo hoy que son alrededor de 150 mil toneladas.

“Creo que si nos aplicamos, vamos a tener resultados en el corto plazo y eso nos puede ayudar a lograr que el gobierno federal nos apoye decididamente”, subrayó.

Bueno Torio mencionó que en los 2 años y medio que lleva al frente del CMA, ha trabajado coordinadamente con el Consejo Nacional de Productores de Arroz (CNPA), que preside Pedro Alejandro Díaz Hartz, con quien han conformado un frente unido, pues “uno de los retos que tenemos, el más importante, es volver a reconstruir a nuestra cadena que se desintegro”.

El dirigente de los industriales del arroz apuntó que le están apostando a la experiencia y a la transferencia del conocimiento, porque en México hay productores que sacan hasta 10 toneladas por hectárea, mientras otros sólo 3 toneladas por hectárea; entonces, es a través de la transferencia tecnológica, días de campo y capacitación a productores, en una palabra, apostarle al campo, debido a que esas actividades fueron abandonadas hace mucho por el Gobierno.

“Antes, el Gobierno se encargaba, porque el extensionista rural era un empleado y un día decidieron suspenderlo porque no funcionaba, ya que el extensionismo era parte del mismo régimen, pero ahora se está poniendo en práctica un nuevo extensionismo rural donde el productor escoge a su técnico, a uno que él mismo conoce, a quien le paga y le exige, y esto está empezando a funcionar, porque hay responsabilidad de ambos lados. El productor atiende las recomendaciones del técnico y éste responde a quien lo contrata”, explicó.

Agregó que hay que apostarle a la transferencia de conocimiento y la capacitación y que es ahí donde se van a enfocar, ya que aseguró que una de las principales acciones que se ha puesto como meta es convencer a los industriales que deben acercarse a los productores para su rescate, debido a que quedaron muy dañados por la quiebra de la arrocera Covadonga quien los dejó con pasivos y reportados en buro de crédito, y esto los desanimó.

Entonces, se preguntó: ¿Cuál es nuestro reto? A lo que respondió: “Volverlos a reorganizar y enlazarlos con una arrocera que verdaderamente los quiera apoyar, cosa que está sucediendo en las 3 principales arroceras del país y que hoy están volteando a ver al campo arrocero; es decir, están arriesgando su capital y financiando a productores, además de que están estableciendo una nueva relación, con reglas claras y algo muy importante para el producto: conocer desde la siembra a qué precio va a vender el arroz”, especificó.

Destacó que hoy están haciendo convenios en donde antes de sembrar al productor se le firma un contrato, donde se le establece el precio mínimo al que se le va a recibir su cosecha, y por otro lado, se le acerca el financiamiento.

Siempre que empieza una nueva administración gubernamental se tienen las mejores intensiones, pero, también en la medida que van viendo lo complejo y desorganizados que son algunos sectores, prefieren dedicarse a apoyar a otros donde consideran que sí pueden tener resultados importantes en el corto plazo y eso nos explica el abandono del arroz en estos últimos años; sin embargo, indicó, “esto no nos ha hecho bajar la guardia, pues venimos saliendo de una crisis muy fuerte donde incluso nuestro propio Consejo, estuvo amenazado por desaparecer”.

Hoy, puntualizó que luego de una mala administración llevada a cabo por la misma persona causante de la quiebra de muchos productores, están reconstruyendo a sus organismos, ya que la única manera de defenderse y hacerse escuchar es con organización y que por ello es que están en la senda de recuperar a su organización (CMA).

Bueno Torio comentó que tienen conocimiento que para este mes de enero el gobierno está implementando que estén disponibles los esquemas de cobertura de precios para el arroz, tanto para el ciclo otoño-invierno como para el primavera-verano, pero “solo hay un problema, pues se va a canalizar a través del crédito que otorga la banca, y tenemos una gran cantidad de productores -por lo que sucedió-, que no están teniendo acceso al crédito bancario”.

Debido a ello, especificó que actualmente, a los productores, los están financiando las arroceras y no saben cómo van a tener acceso a esa cobertura, porque eso es fundamental. “Es decir –remarcó-, tener certeza de que el precio estará seguro; y ese es uno de los asuntos de la agenda que pensamos plantear cuando nos reciban las nuevas autoridades de la SAGARPA, que esperamos sea pronto”, subrayó.