“Me retiro de la lucha interna por la dirigencia nacional del PRD, porque no hay condiciones, solo favoritismos y menos habrá democracia. Si el partido sigue por ese camino, está destinado a desaparecer o volverse solo una fuerza política marginal”.
Palabras textuales del senador chiapaneco Zoé Robledo Aburto, quien convocó a conferencia de prensa este jueves para anunciar su retiro de la contiende, pero conserva su militancia. Aquí las palabras textuales del legislador:
“Yo siempre he creído en una idea, en una meta y en un objetivo, esto es que la izquierda tiene que ser gobierno para que los ciudadanos lleguen al poder. Creo que ése es el fin último de la izquierda, o ése debería de ser: empoderar a la gente, hacerlos protagonistas de su propios destino.
Por eso es que consideré y tomé en serio el objetivo de participar en la renovación de la dirigencia del PRD nacional porque de verdad yo sí creí que podría ser un buen vehículo para empatar las aspiraciones, las preocupaciones y los sueños de la gente a los objetivos de un partido político.
“Lamentablemente hoy me doy cuenta de que el PRD, así como está, no va a servir para ese fin. Lamentablemente me doy cuenta de que me equivoqué, que no había en ningún momento una intención de empatar esas aspiraciones, esos sueños ciudadanos con los objetivos del partido político.
“Por eso, les quiero dar cuatro razones por las cuales no voy a participar en el Consejo Ordinario del PRD, no participaré más como aspirante a la dirigencia del partido.
“No voy a participar en el proceso de renovación del PRD porque no hubo proceso interno. No voy a participar porque este sábado no habrá candidatos, no habrá propuestas, no se tomarán en cuenta las opiniones de la ciudadanía; simplemente el sábado en el PRD no va haber democracia.
“Lo del sábado no es un consejo electivo, es un consejo ordinario donde no habrá registro de fórmulas para elegir al presidente y la Secretaría General, no va a haber proselitismo, no va a haber un trabajo de deliberación abierto, no va a haber aspirantes, no va a haber debates, no va a haber participación ciudadana; lo único que va a haber el sábado en el PRD es la vieja manera de hacer política.
“Yo no voy a participar porque los consejeros nacionales que elegirán a la próxima dirigencia lo harán simplemente como un trámite, una manera discrecional de tomar decisiones hacia dentro sin permitir la opinión y la participación hacia fuera.
“Esto me parece a mí una práctica antidemocrática y además me parece que es perder una enorme oportunidad, una oportunidad, quizá histórica de que el PRD se renueve y vuelva a estar cerca de los mexicanos.
“Básicamente yo no voy a participar porque yo no voy a ser cómplice de la decadencia del Partido de la Revolución Democrática, me parece que la actitud más leal de izquierda y frente al PRD es no ser cómplice de un partido que ha hecho grandes aportaciones al país.
“Hace tiempo que es muy evidente que el PRD necesita una renovación interna de su dirigencia y la forma como toma sus decisiones; hace tiempo que es evidente que el PRD necesita un relevo generacional, pero también una nueva forma de pensar las cosas; hace tiempo que el PRD tuvo la oportunidad de volver a ser el gran partido que supo alguna vez ser y estar cerca de los obreros, de los trabajadores, de la clase media, de los universitarios y de los jóvenes.
“Hoy, ese partido está lejos y ha dejado de defender sus intereses para solamente administrar sus propios conflictos.
“Es por eso que cuando Carlos Navarrete y el secretario general, Héctor Bautista pusieron a disposición sus cargos luego de las decepcionantes elecciones del año pasado, es normal que se haya generado una gran expectativa sobre la renovación del partido y sobre la renovación también generacional.
“Yo, como muchos otros que somos parte de este partido, como muchos otros militantes, fui optimista, pensé que valía la pena sumarme a esta renovación. Por eso es que yo pensé en participar, pensé en discutir ideas, en escuchar a los ciudadanos, pensé en hacer una aportación para que el partido se renovara e incorporara nuevas generaciones de ciudadanos con ganas de trabajar por México.
“Vi con buenos ojos la apertura de la dirigencia, vi con buenos ojos la supuesta intención de renovar al partido, pero lo cierto, la verdad es que no hubo ni habrá transformación real, no habrá ni hubo intención de relevo generacional, no habrá democracia, no habrá nada, sólo expresiones de la vieja política que tanto daño le ha hecho al PRD, que tanto daño le ha hecho a los partido y que tanto daño le ha hecho a México.
“Este sábado, en Consejo Ordinario, que insisto, no electivo, lo que se dejará pasar es la enorme oportunidad para renovar al partido; en vez de desperdiciar la oportunidad para realizar un cambio de fondo, de estatutos, se hizo una ruta con una dedicatoria y una decisión, que hoy se revela, se tomó desde hace mucho tiempo.
“Por el rigor estatutario y los tiempos tan apresurados, 12, 82 horas entre la emisión de una convocatoria y la elección en el Consejo, los consejeros nacionales, que además son los mismos consejeros nacionales que eligieron a la actual dirigencia, elegirán el sábado a una nueva dirigencia a partir de un propio criterio, sin consultar las opiniones de ciudadanos, de militantes, de simpatizantes, de nadie.
“Es por eso que la renovación dentro del partido se seguirá postergando, que la transformación de fondo que prometieron para el Congreso se seguirá postergando, es más, ni siquiera la acción afirmativa de jóvenes dentro del Comité Ejecutivo Nacional, ni siquiera la creación de una Secretaría de la Diversidad, va a ser una realidad el sábado.
“Y ésas son otras de las razones por las cuales la gente ha dejado de creer en la política y en los políticos. Yo creo que si seguimos así, el PRD sólo estará destinado a desaparecer como fuerza política, a volverse una fuerza marginal y simplemente alejarse de la sociedad.
“Yo no seré cómplice de todo ese proceso, por eso yo no voy a participar.
“Quiero dejar claro que mi no participación en el proceso interno de ninguna manera y en ningún momento pone en duda mi compromiso con los chiapanecos como senador de la República, no pone en duda mis ideales, no pone en duda mis valores ni mi identificación con la izquierda, no pone en duda ni siquiera mi permanencia en el partido.
“Pero sí quiero ser claro, la lealtad en el PRD hoy se expresa siendo crítico de las razones y las causas por las cuales este partido se está condenando a sí mismo.
“Yo seguiré trabajando todos los días como siempre por un México que sea más justo, más honesto y más igual para todos”.